Conocido como uno de los alimentos más costosos, el salmón rosado es un pez salvaje que se usa comúnmente para platos gourmet. También es un elemento indispensable a la hora de pensar en la comida japonesa: el sushi tradicional lleva en su interior un trozo de este exquisito animal.
Pero hace unos pocos días el salmón se convirtió en foco de una polémica; el chef Christophe, uno de los jurados del programa MasterChef, dijo que el único ingrediente que no utilizaba en su restaurante era el salmón rosado por considerarlo diez veces menos saludable que una hamburguesa o un pollo de criadero. Si tenemos en cuenta que estos últimos son obligados a ingerir hormonas para agilizar su crecimiento cuando están en cautiverio, podemos notar que se trata de una acusación bastante grave.
Soledad Barruti, autora del libro Mal Comidos, ya había advertido acerca de esto en su capítulo dedicado al salmón. En entrevista en el programa radial “La Vuelta” por Radio Continental agregó al respecto: “El principal problema que tienen son los antibióticos” utilizados en la cría del salmón. Remarcó que en los criaderos dispuestos en Chile, aunque pertenecen a las mismas empresas que en Noruega (líder en exportación de salmón), se utiliza un 1000% más de antibióticos que en Europa.
“Lo que hacen es concentrar más cantidad de animales en las jaulas. Permiten cosas que en Noruega es imposible porque tienen controles más exhaustivos. No es un consumo recomendable. Es preferible reemplazarlo” concluyó la especialista sobre el tema.
En la misma emisora, la doctora Mónica Katz expuso una opinión diametralmente opuesta.
En primer lugar, dijo que los chefs deberían pensar dos veces antes de hacer ese tipo de declaraciones, ya que nos acostumbramos a entronar y demonizar alimentos: “hace unos años el huevo era malísimo, ahora no. Lo mismo pasó con el azúcar o las harinas.”
Luego puntualizó acerca del salmón: “Cada vez somos más en el mundo y no alcanza con el animal salvaje para todos; es lógico que haya criaderos. Se producen en un criadero pero dentro del mar. Al estar dentro de jaulas, a veces, surgen algunas infecciones y de vez en cuando se usan antibióticos. Ahora, el nivel de medicamentos no se usa eternamente y además se controla. Tengo entendido que los propios criaderos deben dar cuenta de qué nivel de antibiótico tienen”.
Por su parte, Salmón Chile, la cámara que nuclea la industria del salmón, aclaró que: “el uso de antibióticos está estrictamente regulado y jamás se usa de forma preventiva».
Habrá que ver qué rumbo sigue esta discusión. Por lo pronto, para los fanáticos de esta delicia de mar, no quedará otra que tener fe o realizar un ligero cambio en la dieta.