Capitalismo, enemigo de la Madre Tierra

Miles de activistas se han reencontrado en Cochabamba, Bolivia, con las raíces profundas de la Tierra: colores, aromas, sonido y sentimientos, para abogar en defensa del planeta y contra el sistema capitalista.

El escenario fue el estadio de Tiquipaya, pueblito productor de flores, a once kilómetros de Cochabamba, corazón de América Latina, y en las faldas del Tunari, nevado de la Cordillera andina que perdió ya su manto blanco, posiblemente como una víctima más del calentamiento global.

En esta Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático participan científicos, políticos, escritores y decenas de sabios originarios, que desean exponer al mundo las formas de una relación armónica con la Tierra. Uno de los maestros de la comunicación poética, Eduardo Galeano, demandó a los sordos escuchar la voz de la Pachamama.

TRANSGÉNICOS CAUSAN TRASTORNOS

El presidente de Bolivia, Evo Morales, aseguró que la comida transgénica es causante de desviaciones en el desarrollo de hombres y mujeres, así como de la calvicie en Europa.

En la inauguración de la Cumbre social que celebra en su país sobre el cambio climático, Morales cargó contra los transgénicos y resaltó los presuntos perjuicios de la Coca-Cola y la patata holandesa para la salud.

Según Morales, la cría con hormonas de pollos y ganado vacuno causa trastornos en el desarrollo tanto de hombres como de mujeres. Además, las patatas holandesas, a pesar de ser «grandes y hermosas», contendrían hormonas de pescado, y, por tanto, no son aptas para una alimentación sana.

Morales recordó que las diversas variedades de patata locales se comen con cáscara, a diferencia de la especie holandesa que, según dijo, debe pelarse porque en su cubierta contiene el «veneno» concentrado.

“Bolivia es una de las naciones americanas cuyas culturas indígenas han sabido sobrevivir. Y esas voces resuenan ahora con más fuerza que nunca, a pesar del largo tiempo de la persecución y el desprecio. Un mundo entero, aturdido como está, deambulando como ciego en tiroteo, tendría que escuchar esas voces. Ellas nos enseñan que nosotros, los humanitos, somos parte de la naturaleza, parientes de todos los que tienen piernas, patas, alas o raíces.

Desde aquellos tiempos del renacimiento europeo, la naturaleza se convirtió en mercadería y en obstáculo al progreso humano, y, hasta hoy, ese divorcio entre nosotros y ella ha persistido, a tal punto que todavía hay gente de buena voluntad que se conmueve con la pobre naturaleza, tan maltratada, tan lastimada, pero viéndola desde afuera. Las culturas indígenas la ven desde adentro. Bien dura me veo: lo que contra ella hago, de hecho, lo hago contra mí; en ella me encuentro, mis piernas son también el camino con las que anda.

Celebremos, pues, esta Cumbre a la Madre Tierra, y ojalá los sordos escuchen: los derechos humanos y los derechos de la naturaleza son dos nombres con la misma dignidad”.

La Conferencia, inaugurada el martes por el presidente de Bolivia, Evo Morales, concluirá el jueves con la aprobación de una estrategia de lucha contra el capitalismo y en defensa de los derechos de la Madre Tierra.

El presidente Morales lo ha planteado en los siguientes términos: “Los resultados, las conclusiones de este evento, deberían ser tomados en cuenta, respetados en la próxima conferencia de Jefes de Estado que se realizará en México. Pero, ¿cuáles son las bases? Yo diría sobre todo que la causa principal de la destrucción del planeta Tierra es el capitalismo y, como pueblos que habitamos, que respetamos esta Madre Tierra, tenemos todo el derecho, ética y moral para decir que el enemigo central es el capitalismo”.

Las conclusiones serán consideradas por las Naciones Unidas y, así se espera, podrán ser una referencia en la Cumbre que se prepara en México, tal vez con más prisa que antes, no tanto por las presiones sociales que se ven venir, sino por las cada vez más graves expresiones de deterioro de la Naturaleza, tantas y tan nefastas que hasta el más incrédulo rogará que venga Dios y lo arregle.

Fuente: Radio Nederland

Fotografía: Por Alain Bachellier/flickr.com