En octubre del año pasado la feliz Shelby Swink estaba haciendo los preparativos para casarse con su prometido, con quien compartía su vida desde hacía 3 años.
“Puse toda mi alma en esa boda, yo quería que ese día fuera inolvidable“ — dijo Shelby.
Pero una semana antes de la fecha de la boda, el prometido de Shelby le confesó que no la amaba y que no quería casarse. ¡Bum! y los sueños de una vida juntos quedaron destrozados…
”Estaba en estado de shock y no tenía ni idea cómo seguir adelante. Lo primero que hice fue llamar a todos los invitados e informarles acerca de la cancelación de la boda“.
Los seres queridos de Shelby tenían un gran deseo de ayudarla, pero no sabían cómo. Y el día de la “boda” ya estaba cerca.
Pero Shelby estaba decidida: «La lástima es lo último que necesito“.
Entonces el fotógrafo que habían contratado para la sesión de fotos de los prometidos sugirió que a pesar de todo lo sucedido aún era posible hacer de ese momento algo inolvidable, burlarse de los vestidos y también un poco de la situación.
«Al principio pensé que era una locura, pero después entendí que eso era lo que necesitaba, y el vestido, bueno, es sólo una cosa“.
El día de la boda: «El primero de noviembre fue un día feliz, estuve rodeada de personas que me quieren. Decidí que no iba permitirle a mi ex-prometido quitarme ese privilegio».
El papá de Shelby hasta trajo cigarros y champaña para la sesión de fotos.
“Tenía miedo de la reacción de mi mamá porque ella fue quien me compró el vestido de novia, pero al final ella me apoyó completamente”.
Shelby decidió que las damas de honor también debían estar a su lado ese día. ¡Las chicas se pusieron felices de participar en la sesión de fotos!
«De cierta manera fue como un ritual de limpieza, tan pronto como la primera gota de pintura cayó en mi vestido me sentí libre.»
Aunque Shelby rompió con su novio a solo una semana de la boda, ella no deja que su espíritu caiga y con eso es una inspiración para los demás.
«En vez de caer y permitir que esta situación me pisoteara, me levanté y tomé todo lo malo con la cabeza en alto”.
Hay una sola cosa que quisiera decirle a mi ex-prometido:
“Gracias por haberme librado de un gran dolor y decepción en el futuro, gracias porque me has ayudado a entender lo fuerte que soy en realidad”.
“Gracias a ti ahora estoy segura de que nadie me puede quitar la felicidad. Gracias por haberme regalado la posibilidad de encontrar a mi verdadero amor en el futuro. ¡Gracias!”.