La eyaculación femenina: todo lo que debemos saber explicado por una experta

Uno de los aspectos de la sexualidad humana en los que hay un mayor desacuerdo todavía es la eyaculación femenina

La eyaculación femenina: todo lo que debemos saber explicado por una experta

Autor: CVN
CVN

Uno de los aspectos de la sexualidad humana en los que hay un mayor desacuerdo todavía es la eyaculación femenina. Para muchos, no existe; para otros tantos, sí, y la diferencia entre ambos depende de las fuentes en las que se apoyan. Los que aseguran que las mujeres no pueden eyacular, y que el líquido que expelen no es otra cosa que orina, suelen basarse en investigaciones como la que fue publicada este año en el Journal of Sexual Medicine. Los que abogan por la existencia del squirting suelen recurrir a una fuente primaria: su propia experiencia entre las sábanas.

Una de las mujeres que se han manifestado de forma más rotunda a favor de la tesis positiva es la periodista especializada en sexología Raine Leigh. Para ella, defender la existencia de este fluido que surge durante el orgasmo es una forma de contribuir a la emancipación sexual femenina. Como explicaba en un artículo publicado en Thought Catalog, el hecho de que su composición sea muy parecida a la de la orina no lo convierte necesariamente en “pis”, puesto que la forma de producir un líquido y otro son muy diferentes. Sugerir que orinar y eyacular son lo mismo puede perjudicar el disfrute de la mujer, porque “un orgasmo con eyaculación es uno de los mejores queuna mujer puede experimentar”.

“Cuando un orgasmo sea espectacular, y ello provoque que se expulsen fluidos, ella sentirá vergüenza, culpa y pensará que simplemente está orinando, provocando que se retraiga la próxima vez que el sentimiento emerja”, lamentaba. Para evitar que ello ocurra, Leigh ha escrito dos ensayos sobre la eyaculación femenina: Squirting it’s easier than you think! A Holistic Guide to Female Pleasure, una breve guía para conseguir la eyaculación femenina, y Squirt Stories: Tales of Real Life Squirters, que recoge los testimonios de diversas mujeres eyaculadoras para demostrar que, efectivamente, sí se puede.

El sentimiento más profundo

¿Qué clase de mujeres eyaculan? Como explica la autora en una entrevista conAlternet, los perfiles son muy variados: jóvenes o mayores, bisexuales o heterosexuales, promiscuas o solteras, cualquier mujer puede conseguirlo. Eso sí, todas ellas tienen algo en común: una vida sexual madura a la que se enfrentan de manera relajada y con confianza. Muchas, de hecho, han superado los 30 años. Leigh considera que eso no se debe a los cambios fisiológicos que se producen en el cuerpo con la edad sino, más bien, a la forma en que afrontan las relaciones sexuales: “Creo que a medida que te sientes más a gusto con tu sexualidad, estas cosas empiezan a ocurrir”.

No son muchas las mujeres que se prestan a contar sus experiencias eyaculatorias ya que “era complicado para unas cuantas de ellas”. ¿Es elsquirting uno de los grandes tabúes del sexo actual, de la misma manera que pudo serlo en un pasado el sexo anal? Leigh recuerda que no hay muchos libros (ni artículos) sobre el tema en el mercado y que, sin embargo, preocupa enormemente a las mujeres… Y a muchos hombres que quieren saber de qué manera funciona la sexualidad del sexo opuesto con el objetivo de mejorar su rendimiento.

La eyaculación femenina es, por lo tanto, un potente arma de igualdad: “Cuando estamos con un hombre y eyaculan, sentimos que algo ha terminado”, explica Leigh en la entrevista de Alternet. “Es una especie de logro. Los hombres no siempre lo pillan, porque no siempre llegamos al orgasmo o no pueden notarlo”. Para el hombre, por lo tanto, la eyaculación femenina ya no es algo que debería causar asco (‘argh, se ha meado’), sino entenderse como un éxito (‘bien, ¡lo he conseguido!’).

Parece que va a llover

La propia Leigh es una eyaculadora habitual. La forma en que suele conseguirlo es a través del sexo oral practicado por su pareja unido a la estimulación de sus dedos, que se encuentran dentro de la vagina. Si quieres eyacular, explica la autora, vas a tener que dedicarle tiempo y un poco de esfuerzo. La primera vez que lo consiguió fue después de una larguísima sesión de sexo. Ahora es capaz de eyacular siempre, eso sí, a través de su propia estimulación.

De hecho, Leigh recuerda que frente a lo que se piensa –que sólo el sexo vaginal puede provocar la eyaculación femenina–, la masturbación es la mejor herramienta para ser conscientes del funcionamiento del propio cuerpo. En su caso es al contrario, ya que sólo eyacula a través de la estimulación del clítoris. Lo más importante, no obstante, es “no sentirse presionada si no surge fácilmente”.

La autora recuerda que, por mucho que en la mayor parte de casos vayan asociados, la eyaculación y el placer no son siempre equivalentes. Muchos actores pornográficos son capaces de hacer eyacular fácil y rápidamente a sus compañeras, pero se trata de una cuestión meramente mecánica. Leigh explica cómo uno de los hombres que la hizo eyacular le dio al mismo tiempo una de sus peores experiencias sexuales de su vida: “Es cuestión de técnica, pero no das ningún placer a la mujer”. La mejor moraleja, por lo tanto, es intentar que las cosas se desarrollen relajadamente y si ha de llegar, la eyaculación llegará.

El Confidencial


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