Propiedades y beneficios de la avena cruda

La avena es un alimento muy bueno para la salud general de nuestro cuerpo, e incluso se utiliza en tratamientos de belleza naturales para mejorar la calidad de nuestra piel

Propiedades y beneficios de la avena cruda

Autor: Andrea Peña

La avena es un alimento muy bueno para la salud general de nuestro cuerpo, e incluso se utiliza en tratamientos de belleza naturales para mejorar la calidad de nuestra piel. Pero ¿qué propiedades tiene la avena cruda? ¿Es buena para nuestra salud? ¿Aporta elementos diferentes que si la consumimos cocida? Sigue leyendo para descubrir todos los secretos detrás del cereal más consumido en el mundo.

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Beneficios de la avena

Las propiedades de la avena son muchas: aporta  unas 300 calorías por porción, entre las que se incluyen fibra, proteínas, grasas monoinsaturadas y poliinsaturadas, vitaminas, minerales -calcio, hierro, magnesio, fósforo, potasio y manganeso-.

La avena para bajar el colesterol es ideal, así como también la presión arterial. Mejora el sistema digestivo, permite regular el azúcar en sangre y protege contra el cáncer.

Beneficios de la avena cruda

Entre los beneficios de la avena cruda tenemos los ya mencionados de bajar el colesterol malo, controlar los niveles de azúcar en sangre y bajar la presión arterial. También ayuda a regular los movimientos intestinales y mantener el peso adecuado. De hecho existen dietas basadas en este alimento estrella.

Es una fuente importante de hidratos de carbono, por lo que brinda la energía suficiente para aquellas personas que se dedican al deporte. Promueve la salud de los nervios y se lo considera uno de los alimentos más importantes para la longevidad, ya que sus fitonutrientes y ácidos grasos permiten a nuestro cuerpo luchar contra enfermedades crónicas.

Por si fuera poco, entre las propiedades de la avena cruda se encuentra su poder antidepresivo y consumir avena regularmente ayuda a reducir la fatiga. Por otra parte, los beta-glucanos que contiene la avena cruda nos ayudan a engrosar los músculos del corazón, minimizando el riesgo al ataque al corazón. La avena cruda tiene propiedades antifúngicas y reduce el riesgo de padecer diabetes del tipo 2.

Sin embargo, debemos evitar la avena cruda si tenemos problemas gastrointestinales graves, ya que es más difícil de digerir y puede causarnos malestar.

Cómo consumir avena cruda

 

Puedes mezclarla también con yogur y frutos secos para un snack saludable, o también convertir esta mezcla en un smoothie pasándolo por la licuadora. Se puede incluir en ensaladas como acompañamiento -ideal para las ensaladas de pasta o con atún-, o en sopas.

Dieta de la Avena

Esta es una de las dietas más sencillas que existen. Además, no te mata de hambre. Si la haces al pie de la letra, la dieta de la avena podría hacerte bajar de peso hasta 4 ó 5 kilos en 10 días. Si la sigues, podrás ver resultados como un abdomen más plano en 5 días.

Algunos de los alimentos que se sugieren para acompañar a la dieta son vegetales y frutas frescas, nada que venga enlatado, almendras, nueces, semillas, quesos frescos o pastas integrales. Y claro, como siempre, beber muchísima agua.

Preparación: Mezcla 3 cucharadas de avena fresca con una taza de agua fría o caliente, o bien, con leche de soja. Nada de endulzantes. Si en verdad no puedes comerla de esta forma, agrega poquita miel de abeja natural.

Desayuno:

Vaso de agua en ayunas con el jugo de un limón exprimido. Espera 30 minutos y come el equivalente a una taza de fruta (papaya, fresa, naranja, piña, guayaba o uvas). Después de unos 5 minutos, prepara e ingiere la avena.

Medio día:

Ensalada de verduras frescas de temporada. Te recomendamos comer brócoli, apio, espinaca, lechuga o tomates. Adereza con limón y aceite de oliva.

Almuerzo:

Este es el momento más flexible de la dieta, ¡pero no por ello vayas a comprarte una hamburguesa doble con queso! Escoge comer algo nutritivo como un pescado asado con verduras, un sándwich de vegetales, una sopa miso, pechuga asada, atún, entre otras opciones saludables.

No puedes comer nada endulzado, como frutas o postres. Prohibidos los refrescos. Toma agua simple o té de hierbabuena.

Merienda:

Come una merienda a media tarde que sea de frutas. Una manzana, una pera o un durazno.

Cena:

Prepara nuevamente la avena. Si te da hambre, sírvete un poquito más.

Puedes hacer esta dieta por un período de 3 meses. Si rompes la dieta por algún motivo, se recomienda que esperes hasta el próximo domingo o lunes y vuelvas a comenzarla.

Si te sientes débil, suspende la dieta y consulta a tu médico.

Fuente: Diario Ecología / mamafit


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