Hoy se dio a conocer la detención de Cristián Levinao, quien se mantenía en la clandestinidad por defender su inocencia y para visibilizar la criminalización contra el proceso de recuperación territorial del pueblo mapuche. No obstante, hay otro activista del movimiento mapuche que se encuentra oculto desde julio pasado: el estudiante de antropología Emilio Berkhoff, cuya acción responde a que la Corte Suprema decretó que debía cumplir una pena 5 años y un día. Condena, que según el defensor penal público, Jaime Pacheco, se basó en prejuicios, estereotipos y preconceptos sustentados en las ideas políticas de su defendido.
Además, sumado a esto la sanción, por portar ilegalmente armas, se basó en pruebas no rendidas por el Ministerio Público, situación de suma gravedad puesto que el sistema de justicia penal debiese juzgar los actos, no las ideas o pensamientos políticos que una persona pueda tener, aseveró el abogado.
Recordemos que Berkhoff fue enjuiciado por incendio y robo, pero salió absuelto de esas causas luego de un largo y desgastante proceso judicial mientras hay políticos que gozan de plena libertad en conocidos casos de corrupción (por ejemplo los casos SQM y Penta), ya que fueron conminados a medidas cautelares mínimas y ninguno ha terminado en la cárcel. Es por eso que Sebastián Dávalos (hijo de la presidenta Michelle Bachelet y vinculado al bullado caso Caval) y el hijo de Carlos Larraín, quien fue absuelto de todos los cargos en su contra tras el atropello que causó la muerte de Hernán Canales, gozan de libertad.
No obstante, como en el caso de Berkhoff o el de Levinao, los que cuestionan la desigualdad, la represión y el sistema capitalista son encarcelados y hostigados hasta el cansancio tal cual como ocurre en el movimiento estudiantil que lucha por una educación digna y gratis. Además, esta persecución política que se hace a través de la Fiscalía a Berkhoff y Levinao cuenta con el respaldo de las forestales de la zona y el empresariado latifundista. Acaso no entienden que el pueblo mapuche seguirá levantando la voz, pues podrán enviar a prisión a los comuneros, pero nunca inmovilizarán la fuerza de la causa justa, cuya fuerza finalmente se impondrá a la injusticia.
El Ciudadano