Está ahí, sobre la mesa. Tu novio o novia bajó al súper mercado y olvidó su celular. O tal vez está dentro del baño dándose una ducha. El caso es que tienes todo el acceso a la privacidad de tu pareja literalmente al alcance de tu mano. Te mueres por saber si ese chico que lo agregó a Facebook le ha chateado o si el sábado anterior realmente se juntó con sus amigos. Sabes que todas tus dudas podrían ser develadas con solo tocar una pantalla. ¿Pero realmente nos favorece asaltar la intimidad de nuestro compañer@?
En primer lugar, la tentación devela severas inseguridades con respecto a nosotros mismos y a nuestra relación. Se sabe que la base para que cualquier pareja sea exitosa es la confianza. Y si tienes algunas preguntas por simple curiosidad o porque sientes miedo de que haya existido alguna traición o engaño, siempre puedes acudir a la sinceridad del otro. Tener una buena comunicación es fundamental, y esto se verá entorpecido si hay secretos entre ustedes; revisarle el móvil inevitablemente provoca un ocultamiento.
También es importante no romper los códigos. Siempre está la opción de ser descubierto al invadir la privacidad de otra persona. ¿Y cómo esperas que luego tu pareja vuelva a depositar la confianza en vos?
Además, es común que ante estos casos se genere una espiral de desconfianza que nunca termina bien: tu pareja puede reaccionar de la misma manera y, a la primera oportunidad, husmear entre tus mensajes y llamadas para encontrar algún secreto.
Y aunque no tengas nada que esconder, ¿te gustaría que la otra persona lea, por ejemplo, una conversación que tuviste con tu mejor amigo o amiga? ¿Por qué el otro debe saber lo que un tercero te confió exclusivamente a vos?
La psicóloga Álava Reyes, entrevistada por el diario ABC, comentó al respecto: «Obviamente, existen razones legales, pero también psicológicas muy importantes para no hacerlo (…). Cuando sospechamos que algo está ocurriendo, es mejor obtener los datos de otra manera que no sea vulnerando el espacio de intimidad que necesita cada uno de los miembros de la pareja. Mantener espacios personales es fundamental en una relación sana. Cuando uno se ve en la necesidad de vulnerar esos espacios, quizá lo importante no sea tanto encontrar una evidencia en el móvil, sino plantearse seriamente qué está pasando, en general, en la relación».
Así que ya sabes, la próxima vez que veas todo su entorno virtual a metros de distancia, respira profundo y aléjate. Siempre hay otros modos mucho más saludables de vincularte con tu pareja.