Los hechos ocurrieron al interior del módulo 105 el pasado 18 de septiembre alrededor de las 10h cuando un interno hipertenso crónico reclamó sus medicamentos. Según los internos, eso fue tomado por Gendarmería “como una riña” y uno de los capitanes “autorizó un apaleo a los internos por veinte minutos”.
“Violencia excesiva, apremios ilegítimos y abuso de poder” denunciaron los internos de la cárcel, quienes aseguran que fueron golpeados con “bastones y elementos contundentes”.
Los familiares de las víctimas han presentado un recurso de amparo para esclarecer el incidente y acusaron la utilización de fuerza desmedida en contra de los internos.