Que la literatura argentina no se vende, que nada más consiguen vender unos pocos nombres y que, entre ellos, apenas alguno nació después de 1960 es algo instalado desde hace mucho y, es, asimismo, un síntoma significativo. Se le echó la culpa al mercado, pero, en todo caso, el mercado juega su rol en un círculo vicioso: responde a la demanda. El interés del público también hace al mercado y ha quedado claro que solo a veces se logra interesar a los lectores, porque una gran editorial o un diario importante inviertan en concursos y promoción.
Algunos se justifican diciendo que no leen argentinos nuevos, ya que no hay nada bueno, pero cuando les señalamos títulos muy valiosos, nombres que tienen ya mucha obra (a veces notable) publicada, y son invisibles o casi, deben admitir que hablan sin haber leído. En cambio, mencionan a algunos autores con visibilidad, ya cerca de los 50 años, que publicaban en la vieja Biblioteca del Sur, lanzada por Planeta, hace más de una década, o que promocionaba la desaparecida revista Babel a fines de los ochenta. De ellos, algo leyeron, y, a veces, los mencionan como prueba de una literatura que tiende a la insensibilidad social, el acriticismo y la frivolidad, o aburre porque está escrita para el gueto de expertos en teoría literaria. Hablan en presente, como si el tiempo se hubiera congelado y eso siguiera siendo lo único que hay.
Sin embargo, algo ha empezado a cambiar. El Ministerio de Cultura de la Nación lanza «Leer es Futuro», una colección de narrativa integrada por 21 libros con cuentos que da lugar a 18 escritores jóvenes, ilustrados por dibujantes, con el objetivo de difundir sus obras, fomentar la lectura y federalizar la palabra.
Juan Diego Incardona, Leonardo Oyola, Hernán Vanoli, Pía Bouzas, Alejandra Zina, Esteban Castromán, Martían Zariello, Cezary Novek y Fabio Martínez son algunos de los autores de Córdoba, Salta, Entre Ríos, Santa Fe, Mar del Plata y Ciudad de Buenos Aires, entre otros puntos del país, que fueron convocados tomando en cuenta el contexto federal.
Por un lado, los escritores elegidos —algunos publicados, otros no— trabajan para difundir y federalizar la literatura desde ciclos literarios, sellos editoriales, programas de radio, revistas, reseñas de prensa y redes sociales.
Por el otro lado, los ilustradores participantes son jóvenes y talentosos dibujantes interesados en mostrar su trabajo. Nicolás Moguilevsky, Ezequiel García, Otto Zaizer, Ariel López V. y Daniela Kantor son algunos de los artistas que interpretaron las diversas miradas y los universos de los narradores para realizar el arte de tapa de cada libro.
La serie también incluye trabajos de Haroldo Conti, Miguel Briante y Roberto Arlt, padrinos de la colección, por su compromiso social y su calidad literaria; y tres volúmenes de literatura infantil.
De este modo, el Ministerio de Cultura de la Nación continúa la tarea de promover las voces actuales de la narrativa nacional entre los argentinos ávidos de nuevas lecturas. Además, busca jerarquizar el trabajo del escritor acercando sus creaciones a un público más amplio.
Los libros pueden descargarse aquí:
- Un sentimiento suspendido en el tiempo, de Alejandra Zina. Ilustrado por Lula Urondo
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- Melancolía I, de Juan Diego Incardona. Ilustrado por Ariel López V
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- Zonas oscuras, de David Voloj. Ilustrado por Noelía Farias
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- Los curanderos, de Fabio Martínez. Ilustrado por Andrés Müller
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- Relativo a la eternidad de los instantes, de Martín Cantalupi. Ilustrado por Ernan Cirianni
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- Los colores que no vemos, de Cezary Novek. Ilustrado por Lucía Bouzada
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- Cuatro, de Martín Zariello. Ilustrado por Daniela Ruggeri
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- Cómo meter un perro en una valija, de Laura Cedeira. Ilustrado por Juana Neumann
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- Rosas Gamarra, de Nicolás Correa. Ilustrado por Jorge Quien
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- Música country, de Leonardo Oyola. Ilustrado por Otto Zaiser
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- Familia, de Mariana Kozodij. Ilustrado por Nicolás Moguilevsky
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- El piquete, de Hernán Vanoli. Ilustrado por Ezequiel García.
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- Subsuelo 5, de Esteban Castromán. Ilustrado por Lautaro Fiszman
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- Indómitas, de Macarena Moraña. Ilustrado por Daniela Kantor
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- Luz y fuerza, de Ariel Idez. Ilustrado por Paula Peltrin
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- Inquilinos»de Santiago Suñer. Ilustrado por Nicolás Zukerfeld
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- Dos al vuelo, de Juan Guinot. Ilustrado por Mariano Grassi
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- Una tarde de domingo, de Roberto Arlt. Ilustrado por Muriel Bellini
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- Las acrobacias del pez, de Pía Bouzas. Ilustrado por Pol Corona
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- Cuentos, de Miguel Briante. Ilustrado por Pedro Mancini
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- Todos los veranos, de Haroldo Conti. Ilustrado por Oldemar Cimadoro
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