Todos hemos tratado alguna vez de encajar en algún grupo. A veces lo logramos, pero a veces fallamos miserablemente, pero al final, solo vale la pena ser realmente quien eres.
Cuando todo el mundo esta rockeando un nuevo estilo pero a ti solo te alcanza para comprar la copia barata.
Cuando no tienes el mismo cuerpo de las chicas populares pero quieres vestirte como ellas.
Cuando todos los demás en la fiesta se conocen entre ellos y tu solo estás tratando de sobrevivir la noche.
Cuando piensas que eres uno del grupo pero todos se dan cuenta de que no.
Cuando ellos dicen que no tienes el cuerpo para practicar ballet.
Cuando eres el raro de la familia pero igual te aman.
Cuando usas un traje para una entrevista de trabajo y los demás se visten casual.
Cuando todos se hacen peinados geniales pero tu mamá todavía te corta el cabello.
Cuando llegas a tu nuevo trabajo y no sabes que hacer así que copias lo que los demás están haciendo.
Cuando tu mamá finalmente te compra la ropa genial solo para darte cuenta que ya pasó de moda.
Cuando no quieres llamar la atención en clase pero no sabes que está pasando.
Cuando eres el chico nuevo y tratas de andar con los chicos populares.
Cuando vas solo a una fiesta y todos los demás tienen pareja.
Cuando todos los demás están ebrios en la fiesta y tu eres el único sobrio.
Cuando vas a la playa y te das cuenta que todo el mundo es más sexy que tú.
Cuando finges que tienes un paladar exquisito pero solo quieres ir a McDonald’s.
Cuando aprendes a simplemente amarte a ti mismo y pasarla bien.
Vía Difundir.org