Debate sobre negociación colectiva de la Reforma laboral se reabre tras dimisión del presidente de BancoEstado

La dimisión del presidente de BancoEstado, Guillermo Larraín, provocada por el pago del bono por fin de conflicto, desató un controvertido debate sobre las implicaciones que la negociación colectiva puede tener en la discusión sobre la reforma laboral.

Debate sobre negociación colectiva de la Reforma laboral se reabre tras dimisión del presidente de BancoEstado

Autor: Meritxell Freixas

La Confederación de Sindicatos Bancarios y Afines (CSTEBA) emitió el pasado viernes un comunicado en el que defendió a los 9.300 trabajadores sindicalizados de la entidad estatal que recibieron –cada uno– una bonificación de 6.300.000 pesos como parte del término de la negociación colectiva.

guillermo larrain

En su declaración pública, la CSTEBA repudió a “la sobre reacción concertada de la clase empresarial que aprovechando este acontecimiento, intenta arremeter para amoldar aun más el proyecto de Reforma Laboral a sus mezquinos intereses».

El organismo rechazó “tajantemente” la que consideran una “intromisión del Gobierno en la negociación colectiva” y el cuestionamiento de la negociación colectiva por argumentos como el que sostuvo el ministro Valdés sobre el “difícil momento económico por el que atraviesa el país”.

La Confederación cuestionó la decisión del Gobierno de pedir la renuncia de Guillermo Larraín y, en cambio, no actuar frente a casos como el de la superintendenta de Pensiones Tamara Agnic, quien autorizó “la pérdida de más $260.000 millones en impuestos por fusiones de AFPs abiertamente fraudulentas».

Críticas oportunistas

El sindicato de trabajadores de BancoEstado, en un texto que hizo público el jueves, rechazó “las notas publicadas en distintos medios de comunicación, acerca de los resultados obtenidos en nuestra negociación colectiva”.  Los funcionarios criticaron que se manipulen “tendenciosamente las cifras” y se les exponga ante la opinión pública. Además, aseguraron que el éxito del proceso “es consecuencia de una labor seria y responsable, donde cada logro representa la justa retribución al compromiso de miles de trabajadores que, en las distintas sucursales y áreas del Banco, contribuyen a diario a la consolidación de BancoEstado.” Y agregaron: “Estos logros son absolutamente coherentes con los excelentes resultados obtenidos por nuestra Empresa, durante el ejercicio del año 2014 y primer semestre de 2015.”

La declaración fue la respuesta inmediata a las críticas que los trabajadores y su negociación colectiva recibieron por parte de expertos, representantes de la derecha política y de la patronal.

El economista Bernardo Fontaine, miembro del directorio de Coca Cola Embonor S.A. y hermano del ex ministro de Economía de Sebastián Piñera, advirtió a Emol que la entrega de ese bono “demuestra precisamente que está bien que haya sindicato fuerte, pero cuando tienen todo el poder como quiere la Reforma Laboral se produce un desequilibrio». El experto señaló que lo que ha pasado con los trabajadores de BancoEstado podría reproducirse en otras empresas, como Metro. Para él, «esto es un buen ejemplo de lo que ocurre cuando hay una huelga sin reemplazo que va a paralizar una empresa, como quiere la reforma laboral. Porque en este caso, el poder queda tan desequilibrado a favor del sindicato, que el sindicato es capaz de conseguir cualquier cosa, o se termina paralizando la empresa con lo que se afecta a los usuarios del banco».

Más críticas llegaron de la bancada de la UDI. La diputada Claudia Nogueira afirmó “A mi juicio, esto es un escándalo”. Y agregó que el bono se contrapone con el mensaje del Ejecutivo y el llamado que ella ha liderado respecto a liberar el pago de algunos cargos aplicados a la CuentaRUT a personas de menores ingresos.

Otro frente fue ocupado por el vicepresidente de la Sofofa, Juan José Llugany: «Todos vemos el caso de BancoEstado como un precedente de lo que va a pasar con la nueva reforma laboral», dijo. Tras reiterar su disconformidad con la Reforma Laboral, indicó que “si una empresa privada, para evitar una huelga, dada la fuerte presión de una dirigencia, tiene que entregar más del 51% de los resultados a la fecha no lo resiste”.

Meritxell Freixas


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