Beati hispani, qvibvs vivere bibere est
“Dichosos los hispanos, para los que vivir es beber”.
Aprender idiomas es una herramienta que nos permite conocer otras culturas y formas de pensamiento. Los idiomas nos llevan a distintos litorales y abren nuestra mente, pero existen muchos lenguajes más con los que nos podemos comunicar, como las etimologías grecolatinas. Esas frases que quizá durante un año nos hicieron aprender en la preparatoria y bien terminado el año escolar olvidamos poco a poco, o simplemente fuimos perdiendo la practica en la expresión de grandes ideas por medio de una lengua cuya enseñanza ha decaído en los últimos cincuenta años.
Personajes como Benjamin Franklin, Thomas Jefferson y Theodore Roosevelt tenían algo en común, todos eran versados en latín. La enseñanza de esta lengua fue obligatoria para todos los que recibieran una educación formal desde la Edad Media, y en algunos lugares prevaleció hasta mediados del siglo XX. El conocimiento del latín solía abrir las puertas a otras ramas del conocimiento como la ciencia, la religión, el derecho y la filosofía, pues todo el conocimiento hasta el siglo XVI fue escrito en este idioma en gran parte de Europa. El latín era parte central de la educación en occidente, junto a la retórica y la gramática. Por medio de ella los hombres aprendían a comunicarse, pensar y hablar.
Con el paso del tiempo, la educación comenzó a dar paso a otro tipo de materias, la introducción de la aritmética fue inevitable y el pensamiento humanístico aprendió a coexistir con otro tipo de formación académica. Durante el siglo XIX, la gente priorizó una educación alternativa, enfocada en los negocios y el pensamiento matemático, y poco a poco el latín perdió su importancia, sin embargo la gente lo aprendía durante toda su formación estudiantil. Fue hasta los años sesenta del siglo pasado que los estudiantes pidieron un cambio en la estructura académica que les permitiera establecer las clases que querían tomar, por lo que el latín prácticamente desapareció de la educación occidental.
Sin embargo, no debemos dejar que siglos de tradición se pierdan. Aprender latín demuestra un conocimiento invaluable en tiempos modernos, aprender esta lengua expande nuestra cultura y nos ayuda a prepararnos para aprender otros idiomas, pues muchos surgieron del latín y del latín vulgar. Las siguientes frases en latín son algunas que aún hoy podemos usar para referirnos a alguna circunstancia o problema, para expresar alegría, resignación y muchos sentimientos más que amplían su significado al expresarlos de esta forma.
Adhuc Stantes – Todavía en píe
Abyssus abyssum invocat – Un abismo convoca otro abismo. (Un pecado incita a otro pecado)
Aequam memento rebus in arduis servare mentem – Recuerda conservar la mente serena en los momentos difíciles
Alea iacta est – La suerte está echada
Amor Omnia Vincit – El amor todo lo vence
Ars longa, vita brevis – El arte es largo, la vida es corta
Bene curris, sed extra vium – Corres bien, pero por el camino equivocado
Carpe Diem, tempus fugit – Aprovecha el día, el tiempo se va
Cogito ergo sum – Pienso, entonces existo
De nihilo nihilum – De la nada, nada puede salir
Divide et vinces – Divide y vencerás
Fiat iustitia et pereat mundus – Haz justicia aunque para ello se destruya el mundo
Forsan et haec olim meminisse juvabit – Tal vez, algún día, aún a esto lo avivará el recuerdo
Homo homini lupus est – El hombre es un lobo para el hombre
In medio, virtus – En el medio (está) la virtud
nlitteratum plausum non desidero – No deseo el aplauso de los ignorantes
Intelligenti pauca – Al inteligente, pocas (razones)
Ipso facto – Por el mismo hecho
Natura omnes homines aequales genuit – La naturaleza engendró iguales a todos los hombres
Non metuit mortem qui scit contemnere vitam. – No teme la muerte el que sabe despreciar la vida
Nunc est bibendum – Ahora, bebamos
Para bellum – Preparense para la Guerra
Requiescat in pace – Descanse en paz
Res, non verba – Hechos, no palabras
Veritas filia temporis – La verdad es hija del tiempo
Vanitas vanitatum et omnia vanitas – Vanidad de vanidades, todo es vanidad
Veni, vidi, vici – Vine, vi, vencí
Vox populi, vox dei – La voz del pueblo es la voz de Dios
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Fuente: The Art of Manliness
Traducción: CulturaColectiva