El año pasado la ONU reconoció como patrimonio mundial una zona de unos restos arqueológicos y arquitectónicos excepcionales situada al sur de Jerusalén y Belén, pero ubicada dentro del actual Estado de Israel.
El año pasado la ONU reconoció como patrimonio mundial una zona de unos restos arqueológicos y arquitectónicos excepcionales situada al sur de Jerusalén y Belén, pero ubicada dentro del actual Estado de Israel.
La documentación referente al lugar enumera restos hebreos, persas, helenos, romanos, bizantinos, islámicos tempranos y cruzados que se pueden encontrar ahí como puntos clave de miles de años de cultura humana.
El reconocimiento se detiene en ese momento, hace casi un milenio. Los palestinos conocen el lugar, llamado Beit Guvrin en los documentos israelíes, como el pueblo de Beit Jibrin, cuyos habitantes cultivaron la tierra, acudieron a la mezquita, construyeron escuelas y clínicas, mantuvieron un mercado rural regular y dejaron huellas de su presencia, tanto sagradas como cotidianas, como parte fundamental del emplazamiento.
Sin embargo, los habitantes de Beit Jibrin fueron expulsados por las fuerzas sionistas en 1948. Muchos de ellos y de sus descendientes viven actualmente en los campos de refugiados de al-Azzeh y Fawwar, cerca de Belén. De hecho, el campo de al-Azzeh también se conoce localmente como Beit Jibrin.
Ahora el proyecto de arte e investigación De-colonizersolicita que la UNESCO, la organización de la ONU para la educación, la ciencia, y la cultura, reconozca todo el alcance de la historia palestina que se puede encontrar en Beit Jibrin.
El proyecto De-Colonizer fue fundado por Eitan Bronstein, anteriormente de Zochrot, un grupo que alerta al público israelí de las violaciones de los derechos de los palestinos.
Un pueblo floreciente
De-colonizer ha escrito al comité de seguimiento israelí encargado de supervisar los emplazamientos de la UNESCO y se le ha indicado que se analizará la cuestión tras el actual periodo de vacaciones judías.
Mientras tanto el grupo también ha elaborado un vídeo, Blind Spot at a Heritage Site, que basándose en mapas anteriores a 1948, los actuales planos de la UNESCO y fotos y documentos históricos, demuestra que gran parte del floreciente pueblo palestino de Beit Jibrin está dentro de los límites de la actual zona patrimonio mundial.
También pone de relieve el hecho de que para los palestinos la arqueología y el patrimonio no suele ser una cuestión relacionada con monumentos antiguos que hay que visitar y fotografiar.
Hasta que fueron expulsado por fuerzas armadas en 1948 los habitantes de Beit Jibrin vivían en estos edificios históricos y entre ellos, utilizaban algunas de las viviendas en cuevas e interactuaban con la historia milenaria como parte de su vida cotidiana.
Incluso hoy los antiguos habitantes de Beit Jibrin y sus nietos y bisnietos visitan el lugar, recuerdan la relación que tenían con lo que queda de los edificios del pueblo y con la tierra que sus antepasados cultivaron durante generaciones.
Beit Jibrin está lejos de ser un caso aislado de los intentos de Israel por ocultar y borrar la presencia palestina de la tierra.
Ayn Hawd, cerca de Haifa, ha sido transformado en el aséptico “pueblo de artistas” de Ein Hod. Está formado por las casas palestinas cuyos habitantes sufrieron una limpieza étnica, además de eliminarse todo signo distintivo de ellos, y ahora se ha convertido en un popular destino turístico israelí.
En Sebastia, cerca de Nablus en la ocupada Cisjordania, los folletos del la Autoridad de la Naturaleza y Parques de Israel hablan a los visitantes de los restos de Samaria, helenos y bizantinos. Los mismos folletos advierten a los visitantes que es peligroso pasear por el pueblo palestino adyacente, que cuenta con lugares de interés cruzados y islámicos tempranos, además de una población palestina real, viva y acogedora.
En 2011 Merna Alazzeh escribió sobre un viaje a Beit Jibrin con su abuela, nacida ahí:
Nos sentamos bajo una higuera y mi abuela sonrió y recordó cuando solía jugar con sus amigos, hace décadas. Dijo: “Es el mismo árbol, uno poco diferente ahora, a fin de cuentas han pasado más de 50 años. Con todo, es el mismo árbol”.
Fuente: Why did UN erase 1,000 years of Palestinian heritage?
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