En su discurso, Rousseff ha destacado los logros de las Naciones Unidas. Sin embargo, ha señalado que en términos de seguridad, sigue habiendo grandes desafíos, como el terrorismo del Estado Islámico, la crisis de los refugiados y los conflictos regionales.
La presidenta brasileña ha hecho especial hincapié en la necesidad de resolver la crisis de los refugiados.
«Es absurdo impedir el libre movimiento de las personas», ha enfatizado.
«Somos un país que acoge a los refugiados, somos un país multiétnico», ha agregado Rousseff.
La presidenta del país sudamericano ha insistido en la necesidad de ampliar el Consejo de Seguridad de la ONU en relación a sus miembros permanentes.
Asimismo, ha aplaudido el acuerdo alcanzado por Irán y el sexteto de negociadores, así como ha abordado el asunto del cambio climático y la emisión de gases de efecto invernadero.
«Estamos invirtiendo en energía de bajas emisiones de carbono», ha anunciado Rousseff, al resaltar los avances de Brasil en esta materia.
La mandataria se ha referido también a los problemas a los que se enfrenta la economía global, incluida la brasileña.
No obstante, ha afirmado que «Brasil no tiene ningún problema estructural serio», y está adoptando una serie de medidas para afrontar esta crisis.
«La economía brasileña es ahora más fuerte y más sólida que hace unos años», ha destacado Rousseff.
Durante su comparecencia, la presidenta de Brasil ha querido recordar una cita del exmandatario uruguayo José Mujica, quien dijo en su momento que «esta democracia no es perfecta porque nosotros no somos perfectos».
Los líderes mundiales se reúnen a partir de este lunes para pronunciarse sobre temas de importancia mundial y buscar la solución a los problemas actuales en el marco de la 70.ª Asamblea General de la ONU.
El debate general de la Asamblea, durante el cual intervendrán 196 países, durará desde el 28 de septiembre hasta el 3 de octubre.