En esta época del año, es común que un importante sector de la población comience a preocuparse más por su figura con el objetivo de perder esos kilos de más y así estar en mejores condiciones para el inicio de la temporada estival.
El aumento de las temperaturas no sólo es sinónimo de vestimenta más ligera, sino que además conlleva a que muchas personas, en especial mujeres, utilicen alternativas no tan saludables con el objetivo de lucir una mejor figura.
Una de las opciones que ofrece el mercado es la utilización de fajas modeladoras o reductoras, que son básicamente prendas confeccionadas con materiales especiales y cuyo objetivo es “amoldar” ciertas zonas del cuerpo por medio de la compresión selectiva.
Ante este escenario, el cirujano plástico, Roberto Prado, da una voz de alerta en cuanto a su utilización, al tiempo que aclara algunas dudas y entrega consejos para no tener problemas cuando se está ante la tentación de recurrir a estos modeladores mal llamados “eficientes”.
“Si bien, pueden tener un efecto espectacular mientras se utilizan, dicho resultado no se mantiene en el tiempo, a pesar de que quienes las recomiendan aseguran que con su uso las adiposidades se “reacomodan”, o que por el aumento de sudoración logran disminuir acumulaciones de grasa, y otros mecanismos que en la realidad ocurren en un grado muy mínimo como para que sea algo significativo”, asegura el profesional.
Por el contrario, Prado enfatiza que su uso prolongado conlleva más desventajas que ventajas, tales como “un aumento de la presión abdominal, con la consiguiente compresión de órganos internos y del retorno venoso desde las extremidades inferiores, lo que se puede traducir en edemas y problemas circulatorios como trombosis o agravamiento de patologías como la incontinencia urinaria y malestar abdominal por compresión gástrica”.
El especialista, explica también que estas fajas pueden generar problemas respiratorios debido a la compresión del diafragma, que es un músculo intraabdominal que apoya la respiración y compresión inadecuada de nervios, principalmente en las extremidades, debido a diseños no personalizados que pueden provocar síndromes dolorosos.
Sin embargo, hay que diferenciar estas prendas de las fajas postquirúrgicas, las que explica “sí cumplen un objetivo terapéutico y son proporcionadas a través de indicación médica y utilizadas bajo supervisión profesional”
Sin embargo, y si aún piensa utilizar estas fajas modeladoras para alguna ocasión especial, el doctor Roberto Prado aconseja que esto no sea algo prolongado en el tiempo y que sólo se utilice en determinadas oportunidades. Además, señala la importancia de elegir la que corresponda a la talla usual y no una inferior, ya que ésta debe apretar y no estrangular. Por último, debe fijarse que sea confeccionada con materiales como lycra o algodón, que permiten que el cuerpo “respire”, siendo contraindicada para personas que presenten fragilidad capilar, alteraciones de sensibilidad o hiperreactividad de la piel.