Llevar una dieta sana y equilibrada suele ser un desafío, sobre todo cuando estamos inmersos en nuestras actividades de todos los días y la rutina no nos deja tiempo para mucho. Ahora bien, si hacemos caso omiso a las señales que tarde o temprano aparecen a raíz de esta situación -cansancio, fatiga y estrés, entre otros-, nuestra salud terminará por resentirse.
No dejes que esto suceda: aprende sobre el yin y el yang de los alimentos. ¿Preparada?
¿De qué se trata el yin y el yang en los alimentos?
Cuando hablamos de «yin» nos referimos específicamente a los alimentos frescos y húmedos. Por el contrario, el «yang» hace referencia a las comidas calientes, secas y compactas.
¿Cuánto valor tiene esta clasificación? Para la cocina macrobiótica, ¡mucho!, dado que esta contempla la dinámica constante de las energías del yin y del yang, a la vez opuestas y complementarias. En definitiva, la idea principal de este tipo de alimentación es balancear ambos tipos de energías y lograr una mejor nutrición.
¿Cuáles son los alimentos yin?
Con excepción de las algas marinas, todas las verduras y las frutas pertenecen al grupo yin de alimentos. Estos contribuyen a enfriar el cuerpo. De este modo, nos ayudan a equilibrar el termostato interno, en particular durante las temporadas más calurosas como el verano y la primavera.
Este es el motivo por el cual, de acuerdo a una dieta macrobiótica, se debe incrementar el consumo de alimentos fríos como las ensaladas y las frutas siempre, pero en particular en estas estaciones.
Y… ¿cuáles los yang?
A este grupo de alimentos pertenecen la carne, el pescado, los huevos y todos los productos de origen animal -los quesos, el caviar y los encurtidos o carnes secas, inclusive-.
Este tipo de comidas, deben ser consumidos durante las temporadas de más frío, es decir, en el invierno y durante el otoño. ¡Que todo sea para mantener el equilibrio interior!
¿Qué hay de los métodos de cocción?
Saltear en poco aceite, sofreír o cocinar al vapor son métodos propios del yin. ¿El resultado? Un alimento que conserva su forma y casi todos sus nutrientes.
En cambio, asar al horno, guisar o preparar estofados pertenecen al grupo de los yang. Por lo general, estos métodos de cocción apelan a la fusión de sabores y resultan en una mayor pérdida nutricional.
Fuente: IM