Películas que prometían mucho y resultaron completos fracasos para la crítica y la taquilla. Películas que pretendían ser obras de arte y en cambio se convirtieron en fiascos para la posteridad. Presentamos 10 películas desafortunadas que debes evitar ver a toda costa para no perder tu valioso tiempo y evitar un muy mal sabor de boca.
The Homesman, Tommy Lee Jones (2014)
Narrativa forzada, vueltas de tuerca inverosímiles, mediocre lenguaje cinematográfico. No hay un trasfondo argumental ni visual que justifique los temas tratados (la demencia femenil por ejemplo). Un decepcionante burdo intento de western proveniente de un guión carente de estructura y equilibrio. El ejemplo más claro de que a pesar de contar con todos los recursos técnicos -Rodrigo Prieto en la fotografía- y de un elenco fuerte -Hilary Swank como protagonista- sin un buen guión es imposible hacer una buena película (también sin un buen director).
Comer, rezar, amar, Ryan Murphy (2010)
En lugar de convertirse en un relato que fortaleciera el rol de las mujeres, Comer, rezar y amar en sus más de 2 horas hace que la mujer encuentre su identidad a partir de la búsqueda de su pareja masculina. “Mientras los hombres están libres para emprender cualquier aventura, la mujer debe estar libre para ir tras un hombre”, dice el crítico A.O. Scott sobre la doble moral de la película que no provoca emoción ni admiración por la supuesta “intrépida” mujer en busca de su propia identidad.
Pink Flamingos, John Waters (1972)
Varias listas la presumen como un imprescindible de ver. Nosotros pensamos que es imposible de ver si se valora el poder de representación cultural que tiene el cine. La cinta que contiene las peores perversiones del mundo: canibalismo, escatología y zoofilia. Cuenta cómo dos familias compiten para ser reconocidas como los más inmundas, sin embargo esta competencia no simula ningún acto propio de la ficción, todo sucede en la realidad como si fuera un documental donde somos testigos de asquerosas depravaciones. Si Pink Flamingos se hubiera hecho hoy probablemente hubiera sido relegada al democrático mundo cibernético de la pornografía.
El Llanero Solitario, Gore Verbinski (2013)
¿Quién pensó que una historia de los años treinta podría ser atractiva después de tantos años? En pleno 2013 con importantes avances tecnológicos para presentar mundos paralelos, El Llanero solitario lejos de sorprender, terminó por ser incoherente con conejos de dientes filosos, caballos encima de árboles y el hombre enmascarado. El mundo del western está muy lejos de ser atractivo y Verbinski no se esforzó por traerlo de vuelta al público del siglo XXI. Por algo se dejó de hacer el western.
Godzilla, Roland Emmerich (1998)
Uno de los filmes más anticlimáticos de la historia. A pesar de los efectos especiales, el filme no logra la acción que requiere el género y el guión intenta resolver el conflicto donde no puede resolverse. ¿Por qué no haber seguido la estructura tradicional del género? Se piensa que buscó gustar al público oriental. La realidad es que los ataques del monstruo son ridículos y poco emocionantes. Una completa desventura con muy poca imaginación.
Boyhood, Richar Linklater (2014)
Sobrevalorada película del platicador Richard Linklater (Before Midnight, 2013) que comprueba que por más experimentos “originales” que quiera hacer, cuando no hay una hipótesis clara, el experimento no puede demostrar nada, o bueno, que un niño crece a lo largo de 12 años para terminar fumando marihuana en su primer día de la universidad. Patética, frívola y larguísima presume de retratar lo cotidiano de la vida en la ficción. Richard Linklater tiene que recordar que para eso existe el documental. El filme no augura un digno envejecimiento.
El Turista, Florian Henckel Donnersmarck (2010)
Falla en todos los niveles posibles. La pareja conformada por Angelina Jolie y Johnny Depp carece de química. Venecia no es suficiente como marco para la supuesta historia de intriga que pretende contar. No funciona como drama, no funciona como thriller, no funciona como comedia, no funciona como nada. Un aburrido desastre.
Cloud Atlas, Tom Tykwer, Andy Wachowski, Lana Wachowski (2012)
Los mismos directores de Matrix nos dejaron con muchas expectativas sin cumplir. La adaptación -imposible- del libro de David Mitchell resultó que la película, a pesar del despliegue técnico, se convirtiera en un bodrio confuso incapaz de hilvanar los temas que quería argumentar. El propósito de contar las seis historias de libro era mostrar que todo el mundo está conectado, el logro de la película fue desconectarnos de todo.
El último maestro del aire, M. Night Shyamalan (2010)
Ejecutar una película live action que viene de una serie anime asegura el fracaso inminente. El anime es un espectáculo visual insuperable fuera de sus propios medios. Según el crítico Roger Ebert “es una cinta agonizante que no tiene nada rescatable”. Plagada de efectos especiales atroces, de un 3D mediocre y de una gran pobreza ejecutoria. Shyamalan debe considerar el retiro.
Los Ilusionistas: Nada es lo que parece, Louis Leterrier (2013)
A pesar de los destellos y del glamour de las locaciones, se trata de un film anticuado y sin sustancia. Los símbolos que suponen ser lo más atractivo del argumento se presentan sin inteligencia y como si el espectador fuera un estúpido. Tal y como pasa con el reparto que a pesar de ser talentoso es ridiculizado con plena convicción del director. Una película entretenida en la superficie pero engañosa en su contenido que desemboca en un final irrisorio.