Lecciones del 1° de Mayo

“Es una vergüenza que los dueños del capital estén gobernando el país” (Arturo Martínez, 1° de mayo de 2010) Si bien se esperaba que este primero de mayo entregaría las claves para entender cómo se empezaría a delinear la estrategia opositora al gobierno de Piñera, los hechos develaron eso, pero también mostraron problemas en su […]

Lecciones del 1° de Mayo

Autor: Wari

“Es una vergüenza que los dueños del capital estén gobernando el país”

(Arturo Martínez, 1° de mayo de 2010)

Si bien se esperaba que este primero de mayo entregaría las claves para entender cómo se empezaría a delinear la estrategia opositora al gobierno de Piñera, los hechos develaron eso, pero también mostraron problemas en su articulación que resultan preocupantes si la izquierda quiere jugar un rol relevante en estos cuatro años.

Desde un punto de vista cuantitativo resultó modesta, aún desde la perspectiva del cálculo máximo 10 mil personas es una cifra no menor, pero insuficiente para mostrar la fuerza que se esperaba.

En un análisis más de fondo, deja ver una tendencia preocupante en la oposición, y consiste en entender que si quiere representar la voluntad mayoritaria debe no sólo cambiar los rostros, sino también las prácticas que han operado en los últimos 20 años.

La estrategia opositora en las últimas elecciones, si la comparamos con la votación obtenida el 2005 en base a los votos acumulados entre el PC y la Concertación, tiene un descenso de más de 15 puntos porcentuales; más aún, el hecho que el PC tenga legítimamente tres diputados electos, no es un problema de crecimiento efectivo, es un hecho de maniobra política; el 2005 el pacto de izquierda obtuvo 5,4 % de los votos, en tanto el 2009 sólo subió un 0,8%, menos de un punto. Lo anterior no sólo demuestra un brutal descenso de la Concertación, sino también un peligroso estancamiento de la izquierda.

Si la oposición quiere refundar el movimiento sindical con bases sólidas, no basta con asistir a sus marchas –para algunos incluso resulta peligroso-, se requiere hacer una renovación profunda de la relación partidos políticos y Central Unitaria; lo que hemos visto hasta ahora es una organización coaptada a los intereses políticos del llamado “pacto social 1”, que instituyó a principio de los noventa entre la  multisindical, el gobierno y los empresarios.

El anteponer la “gobernabilidad” por encima de las legítimas demandas sociales, ha generado un grado de debilidad peligroso; situación que se manifiesta en que muchas organizaciones de trabajadores han emigrado de la multisindical o, en otros casos, nacen fuera de ella.

La evidencia advierte con preocupación el grado de disgregación social de la población, su bajo nivel de politicidad y desapego a las normas de convivencia cívica, situación que deja campo fértil al individualismo y consumismo del modelo imperante.

Para generar cambios primero hay que convencer, los que encaren esta tarea deben ser creíbles, nadie escucha con atención a quien no le cree.

La CUT debe hacer un profundo análisis del estado actual del movimiento sindical, y a la vez analizar qué tanto es responsable su actual dirigencia. Un acto refundacional significa convocar a las demás federaciones y confederaciones que hoy no están y debieran estar; se deben repotenciar nuevos liderazgos, creíbles, con cercanía a sus bases y coherentes en su discurso.

Digámoslo con todas sus letras, se deben cambiar las formas y el fondo, asumir que los actuales liderazgos están asociados con concepciones a lo menos tímidas en la conducción de la principal organización sindical nacional; lo que hay representa lo que fue, y lo que fue no fue bueno.

Por Horacio Viscontti

Ex. Dir. Revista pretextoss

horacioviscontti.wordpress.com

Texto subido a esta web por (no es el autor):


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