El Gobierno anunció una “investigación rigurosa” y no descartó convocar al encargado de negocios de Estados Unidos, Peter Brennan, para que explique sobre un presunto plan de desestabilización contra la administración de Evo Morales, informó el ministro de Gobierno, Carlos Romero.
“Se lo puede convocar al Encargado de Negocios, al representante de los asuntos de defensa, se puede convocar a cualquier autoridad, porque estamos en nuestro derecho y estamos en la obligación de esclarecer este episodio”, afirmó Romero según ANF.
Asimismo, manifestó que si es necesario se debiera “llevar a los niveles de justicia de la comunidad internacional, pero primero hay que hacer una investigación rigurosa”, para el esclarecimiento del caso.
Según unos informes revelados por WikiLeaks, Estados Unidos tenía un plan de emergencia en caso de que el Presidente de Bolivia sufra un golpe de Estado o muera.
RESPUESTA DE EEUU El Gobierno de Estados Unidos tildó ayer de “absolutamente falsas y absurdas” la acusación del Ejecutivo de Bolivia de que supuestamente impulsó en 2008 presuntos planes para un golpe de Estado o magnicidio contra el presidente Evo Morales.
La embajada de EEUU reaccionó de esa manera en un comunicado tras la acusación del ministro boliviano de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, de que ese país instaló ese año un centro de operaciones para llevar adelante un golpe o el asesinato de Morales.
“El Gobierno de los Estados Unidos no estuvo involucrado en ninguna conspiración, intento de derrocar al Gobierno de Bolivia o de asesinar al presidente Morales. Este tipo de acusaciones infundadas no contribuyen a mejorar las relaciones bilaterales”, sostuvo la embajada estadounidense en el comunicado difundido por EFE.
La delegación diplomática aseguró en el comunicado que en caso de información sobre posibles disturbios sociales u otras acciones hipotéticas todas las embajadas de Estados Unidos convocan a un “Comité de Acción de Emergencia” para proponer planes de contingencia para garantizar la seguridad del personal de la misión.
En 2008, el Gobierno de Morales enfrentó una ola de protestas dirigidas por la oposición en varias regiones del país, que fueron denunciadas por las autoridades como un intento de golpe de Estado.
En septiembre de ese año, el gobernante expulsó al embajador estadounidense Philip Goldberg, acusándolo de ser parte de un supuesto plan de conspiración al haberse reunido con opositores, algo que Washington siempre ha rechazado.
Fuente: Opinión