Se supo que durante el día de ayer la legisladora porteña Gabriela Cerruti (Nuevo Encuentro/Frente para la Victoria) denunció penalmente al actual gobernador de la Ciudad de Buenos Aires y candidato a presidente Mauricio Macri por las inconsistencias en su declaración jurada.
Cerruti lo acusó de presuntas negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública por el préstamo de 18 millones de pesos argentinos al contratista del Estado porteño Nicolás Caputo, quien además es amigo íntimo del propio Macri. También lo denunció por los supuestos delitos de omisión maliciosa, falsedad ideológica en la declaración jurada, incumplimiento de los deberes de funcionario público y violación de la Ley de Ética Pública de la Ciudad.
“Les pasó las acciones a los hijos para no figurar él o le vendió su empresa a Angelo Calcaterra, que cobra del gobierno porteño. Hacen circular el dinero. Esto muestra lo que es Mauricio Macri: un empresario que quiere llegar al Estado para seguir haciendo negocios. Lo único que busca es el enriquecimiento personal, de su familia y sus amigos”, sostuvo Cerruti, según informa Página 12.
Pero esto no se acaba acá. Macri también está siendo investigado por el desvío de fondos públicos en pautas truchas a distintos medios comunitarios, los cuales salieron a denunciar dicho accionar. Macri trató de restarles importancia a esas denuncias y aseguró que tanto él como sus funcionarios están “muy tranquilos”. En ese sentido, el candidato a presidente del frente Cambiemos insistió en que todo se trata de una campaña negativa para perjudicarlo en las próximas elecciones.
“Ocho años de publicar toda la información de lo que hacemos en la Ciudad de Buenos Aires, nunca una denuncia… con los métodos que tiene la Ciudad, que son muy transparentes, así que estamos tranquilos. Si la Justicia tiene algo que investigar, llevaremos la información como corresponde”, aseguró Macri.
Sin embargo eso no es verdad. En 2010 y en 2012, el gobierno porteño ya había recibido denuncias por casos similares de la mano de la por entonces legisladora de la Coalición Cívica ARI Rocío Sánchez Andía. Además, Página/12 reveló ayer que al menos tres empresarios de las agencias publicitarias que distribuían la pauta del gobierno de Macri aparecen contribuyendo cada uno con 95 mil pesos en efectivo en la campaña de Cambiemos.
Así entonces, Macri parece asediado por su propia negligencia y corrupción de cara a las elecciones presidenciales en donde intenta forzar un balotaje contra el candidato oficialista Daniel Scioli. ¿Es una campaña sucia en su contra o recién ahora se pudo probar el mal manejo del estado porteño que tantas veces se denunció?