Los grandes fanáticos del cine han encontrado errores que restan valor estético e histórico a las obras cinematográficas. Errores de forma pero también de fondo. Los primeros pueden tratarse de descuidos o de la falta de trabajo -o de tiempo- de quien realiza la continuidad. Los segundos son descuidos mucho más desafortunados y se dan sobre todo en películas históricas.
Las películas históricas tienen un sustento que las ampara y por más “licencias” que el cine permita, hay ciertos acontecimientos imposibles de trastocar porque entonces implicaría tenerlo que cambiar todo, de forma que se usaría a la historia para reivindicar a los villanos. Por más que la historia la cuenten los vencedores, siempre existirán las circunstancias y hechos que por sí mismos favorezcan a unos y perjudiquen a otros.
Hicimos un repaso de aquellas películas que contienen errores técnicos y de continuidad que hacen repensar en su valor estético como obra total y de algunas otras que se tomaron la libertad de cambiar la historia y los personajes para presentar una visión “autoral” a su conveniencia. Imperdonable para los que saben de historia y más imperdonable por el valor didáctico que tiene el cine. Aquí van:
Gladiador, Ron Howard
(2000)
No es fácil hacer una película épica. Hay muchas ambiciones técnicas detrás. A Gladiador se le descubren cada vez más errores que hacen que la película, con el paso del tiempo, deje de verse tan magnífica como parecía. En una de las secuencias un carruaje pega contra una pared, se revuelca y muestra un tanque de gas que se había escondido en la parte trasera. ¿Es que desde entonces ya los usaban los romanos?
María Antonieta, Sofía Coppola
(2006)
María Antonieta -de por sí vestida en trajes chic y brillantes- se pasa soportando decepcionantes encuentros con su esposo Luis XVI. La historia cuenta que en realidad tenía un problema médico conocido como phimosis. Por más licencias artísticas que haya querido tomarse Coppola, hay situaciones imposibles de cambiar pues la historia sería otra. Mejor hubiera cambiado de nombres a todos los personajes y contar la historia que en realidad hubiera deseado.
Pulp Fiction, Quentin Tarantino
(1994)
Será muy aclamada por haber ganado la Palm d’or de Cannes pero Pulp Fiction no se salva de errores. En la escena donde Vincent y Jules logran esquivar una balacera a quema ropa, antes de que comiencen los disparos ya se ven en la pared agujeros de las balas, lo que resulta anticlimático para una de las escenas más reveladoras y tensas de la película: “lo que pasó aquí fue un maldito milagro”, grita Jules. Y no podía ser otra cosa.
Pearl Harbor, Michael Bay
(2001)
La historia sobre el ataque a Pearl Harbor durante la Segunda Guerra Mundial convertida en un thriller de acción con un triángulo amoroso, da como un hecho histórico que los japoneses avisaron una hora antes de los ataques que harían a Pearl Harbor. La realidad es que Japón avisó varias horas previas antes de iniciar los ataques, aparte del sin sentido de mostrar al Admirante Kimmel jugando golf cuando todo empezó.
Terminator 3, Jonathan Mostow
(2003)
Plagada de errores resalta sobre todo la secuencia donde el número de matrícula de la avioneta cambia cuando la vemos despegar y cuando ya se encuentra en el aire. Es posible que la avioneta fuera un nuevo transformer…
Tiburón, Steven Spielberg
(1975)
Hoy los “tiburón-robot” no se ven nada creíbles, pueden dar más risa que miedo. La interpretación de Robert Shaw es lo que sigue haciendo que esta sea una de las mejores y más dramáticas secuencias de muerte. Sin embargo para protegerse de los “feroces” dientes del tiburón se usó una especie de goma -imposible de no notar- para proteger al actor de un verdadero ataque. Pensaron que nadie lo notaría.
La pasión de Cristo, Mel Gibson
(2004)
Mel Gibson presenta a un Poncio Pilato de buenas intenciones que intenta calmar a un grupo de judíos erráticos que piden la muerte de Jesús. Los historiadores tienen otra versión que lo define como injusto, acosador y sanguinario. Crucificó a cientos de personas durante su mandato. ¿Qué contrapeso quería hacer Gibson victimizando a un débil Poncio Pilato?
North by Northwest, Alfred Hitchcock
(1959)
Ni el maestro del suspenso se salvó de errores. En esta secuencia de una de sus thrillers mejor logrados se ve al fondo a uno de los extras tapándose los oídos momentos antes de que Eve le dispare a Roger.
Forrest Gump, Robert Zemeckis
(1994)
Cuando Forrest va a la casa de de Jenny y conoce a su hijo, en el fondo se ve una plancha parada. Cuando la toma cambia, la plancha está boca abajo.
Corazón Valiente, Mel Gibson
(1995)
Es uno de los errores más grandes de la historia del cine y a la vez de los más difíciles de notar. Una camioneta blanca aparece en varias de las escenas de Corazón Valiente estacionada al fondo de algunas secuencias de batalla. La camioneta, no falta decirlo, resta valor histórico a la obra de Gibson.
Si bien los errores se debieron a descuidos, hoy los ojos de los espectadores y cinéfilos están mucho más agudizados para detectar cualquier error técnico. Lo mismo sucede con los errores históricos que cada vez que se desconfíe más de los filmes épicos y bélicos, pues presentan una visión de la historia que no necesariamente es la más justa.