La historia se define como la ciencia que estudia el pasado de la humanidad, es el libro del que todos nosotros somos parte y hay veces en que ciertas páginas se encuentran borrosas. Tan borrosas que podemos olvidarnos de capítulos que resultaron cruciales para el avance de la especie y que son usualmente castigados con la ignorancia de muchos de nosotros. “Atrévete a pensar” decían en la antigua Ilustración, época situada alrededor del siglo XVIII y que dio por terminada una era de apatía y tinieblas resultante de supersticiones y desconocimiento, una era en la que como ahora, es más fácil y cómodo aceptar la realidad que cuestionarla.
La Ilustración según el filósofo prusiano Immanuel Kant (1724-1804), es el movimiento del hombre para salir de la incapacidad de usar la propia razón sin la ayuda de otra persona. No es la falta de inteligencia o recursos la que nos mantiene atados a una realidad monótona de la cuál estamos inconformes pero no nos atrevemos a cambiar, sino la falta de valor y decisión de dar aquel paso que nos intimida o incomoda sin la necesidad de contar con un guía que nos diga qué camino tomar. Sapere aude, clamaba el líder filósofo.
En la actualidad como ciudadanos debemos tomar el valor de cuestionar y criticar de forma constructiva lo que la vida nos presenta, atrevernos a cambiar el mundo tal y como lo hicieron en su momento 5 mujeres a las cuáles no les importaron las condiciones sociales o la intimidación. En Cultura Colectiva te presentamos los casos de 5 personas que cambiaron la historia y que probablemente, como yo, no conocías.
Ada Lovelace (1815-1852)
Conocida como Ada Byron, Condesa de Lovelace, fue una matemática prodigio y se cree escribió las primeras instrucciones de lo que fue la primer computadora a inicios de 1800. Hija del famoso poeta inglés Lord Byron, fue fruto de un matrimonio infeliz y abandonada por su padre tan sólo unas semanas después de haber nacido sin volverlo a ver nunca más. Durante su niñez fue llevaba con tutores que le daban clases de ciencia y matemáticas, aprovechando un talento que parecía tener en los genes y lo que la convirtió después de años de estudios en la primer mujer miembro de la Real Sociedad Astronómica.
Su talento innato para los idiomas, la ciencia y las matemáticas rindieron frutos después de trabajar con un colega conocido como Charles Babbage, considerado como el padre de la computadora, quien desarrollaba un programa para realizar instrucciones matemáticas de forma veloz. Después Ada fue requerida para traducir los textos y en el camino, llevada por un gran entusiasmo, escribió notas en las que explicaba cómo se podrían crear códigos con letras y números que pudieran permitir a la máquina repetir procesos, algo que hoy se conoce como ciclos y que resulta esencial en cualquier proceso.
Dicho documento resultó ser tres veces más largo que el original y fue encontrado hasta la década de los años cincuenta, dando como resultado diversos homenajes e incluso el título de la primera programadora de la historia. Así es como Ada se atrevió a ir más allá de lo requerido y nos entregó un legado fundamental usado hasta nuestros tiempos.
Lilian Bland (1878-1971)
La reportera y aviadora inglesa fue la primera en crear, diseñar y volar nada más y nada menos que un aeroplano. Sin duda fue una mujer adelantada a su época pues la inglesa fumaba, vestía pantalón e incluso practicaba artes marciales. Su tío fue quien primero la indujo hacia la aviación, pero dado que no había otra forma de practicarlo, tuvo que construir su propia aeronave tan solo con los estudios de los hermanos Wright y un taller bien equipado. A pesar de la negativa de su familia por hacer trabajos que no le correspondían a las mujeres, Lilian utilizó una botella de whiky vacía y otros artefactos para construir lo que sería el primer aeroplano de Irlanda, el “Mayfly”.
Murasaki Shikibu (978-1014)
Ahora tenemos la historia de quien es considerada por muchos como la primer novelista moderna, la japonesa Murasaki Shikibu. Nacida entre nobleza y con un pasado literario importante al ser nieta del poeta Fujiwara no Kanesuke, es autora de la novela psicológica más antigua e importante de la historia japonesa conocida como “Genji monogatari”, una reflexión existencial de los tiempos en que el machismo aristócrata abundaba en su entorno.
Ethel L. Payne (1911-1991)
En la lucha por los derechos civiles estadounidenses una importante figura fue la primer periodista afroamericana de la historia. Activa durante la década de los años 50 y luchando por la igualdad de condiciones sin importar el color de la piel, se convirtió en la primer comentarista contratada por un medio nacional; la cadena CBS en 1972.
Ella, a pesar de la falta de equidad en el momento, era conocida como una periodista seria y nada complaciente, llegando a cuestionar a figuras presidenciales como Dwight D. Eisenhower con lo que logró presionar a través de primeras planas a las autoridades en la lucha por los derechos civiles.
Annie Smith Peck (1850-1935)
En otra actividad que estaba supuestamente diseñada para hombres según los comentarios de la época, la aventurera norteamericana se atrevió a escalar montañas además de escribir cuatro libros de viajes y exploración.
La también políglota, fomentaba la educación geográfica con sus lecturas y artículos además de viajar varias veces a la región sur del continente. Llegó a escalar el Pico de Orizaba y el Popocatépetl en 1897 ubicado en la región central de México.