En el yacimiento arqueológico Sultepec Tecoaque, un asentamiento que fue ocupado por el pueblo Acolhua entre el 1300 a 1520 d.C. ubicado al noreste de Ciudad de México, han aparecido los restos de compañeros del conquistador español Hernán Cortés, que lideró la expedición que puso fin al imperio azteca. Los indígenas acolhuas, una división tribal del centro de México, corrieron a cargo del sacrificio en 1520 de casi 550 personas, integrantes de una caravana que acompañaba al español en su proyecto de conquista de Tenochtitlan, informa ‘Noti Mex’.
El grupo estuvo en cautiverio y luego fue sacrificado en el marco de diversas festividades del calendario azteca, sostiene el experto Enrique Martínez, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, que participó en el hallazgo. El especialista estima que todos los miembros de la caravana fueron inmolados. Algunos se colocaron en altares y otros fueron exhibidos como trofeos en espacios habitacionales. El objetivo de estas inmolaciones, según Martínez, era buscar la protección de las deidades frente a la llegada de extraños.
Martínez afirma que en la caravana había personas de diferentes razas que, seguramente, fueron traídas desde Cuba: negros, zambos, mulatos y españoles. Sin embargo, también se encontraron mesoamericanos, principalmente totonacos y tlaxcaltecas. Llama la atención la presencia de cerca de 50 mujeres, 10 niños recién nacidos y de hasta tres años de edad. Curiosamente, también fueron encontrados restos de animales europeos.