Los 5 problemas de aquellos que pensamos todo DEMASIADO

¿Por qué le das tantas vueltas a las cosas?… Pues porque siempre has sido así y aunque a veces te gustaría ser más práctico… no lo puedes evitar.

Desde pequeño has analizado todo y con la edad empeora. Tu cerebro va 20 pasos por delante de tu momento actual y le das mil y una vueltas a cualquier cosa o situación. Hay veces que eso te ayuda a ir por delante de los demás, pero muchas otras ralentiza tu vida, te da dolores de cabeza y te perjudica a la hora de tomar decisiones…

1. Puedes ser un poco insoportable para convivir

No pasa nada admítelo, muchas veces vives extrañando el pasado y preocupándote por el futuro. Haciendo tus cábalas y analizando todo lo que está por venir muchas veces te olvidas de vivir al día… cosa que también afecta a los que te rodean.

2. Creas problemas que no existen

El darle tantas vueltas a las cosas hace que a veces sin darte cuenta distorsiones la realidad, como analizar en exceso una situación o un comentario que quizá era y es insignificante para todo el mundo excepto para ti.

3. Te preocupa todo lo que puedas decir

Hasta el punto de recrear en tu mente conversaciones con otras personas antes de que sucedan… cuando es probable que ni siquiera lleguen a suceder. Tu las vives de la manera que te gustaría que fuesen hasta que te preguntas a ti mismo… ¿qué estoy haciendo?

4. A veces te viene bien que alguien te calme un poco

Y te ayude a poner los pies en el suelo porque muchas veces no eres consciente de hasta que punto estás obsesionándote con algo. Aunque ya nos resulte familiar, la frase: “Cálmate, estás haciendo una tormenta en un vaso de agua” nos viene bien, y 9 de cada 10 veces que la escuchamos… tienen razón.

5. A menudo puedes padecer insomnio

Cuando la mente esta siempre funcionando a tope, es difícil de parar. Puedes estar horas dando vueltas en la cama pensando sobre mil cosas y cuando parece que por fin vas a dormirte, aparece otro pensamiento que te vuelve a desvelar. Incluso puedes estar muerto de sueño que cuando decidas irte a la cama el sueño se irá. Lo bueno de todo esto es que siempre que te aburras podrás distraerte…¡pensando!

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