El Registro Civil de Santa Fe era, hasta ahora, el más controversial en cuanto a la toma de decisiones de los nombres raros que algunos padres -aprovechando el Nuevo Código Civil que flexibiliza los criterios sobre los bautismos- les quieren poner a sus hijos.
En aquella provincia, sucedieron los casos del niño llamado «Lucifer» -según trascendió, no por su connotación diabólica sino en alusión a su significado en latín que es «portador de luz»- y del trunco «Yerbabrava», a quienes las autoridades se negaron a aprobar por considerarlo peyorativo.
Hace pocos días, en la Ciudad de Buenos Aires nació la hija de Pablo Delpiero, el encargado del Departamento del Hincha de Racing Club quien, junto a su esposa, no dudó en rendirle homenaje al club de sus amores con el segundo nombre de la pequeña: Francesca Lacade Delpiero.
«Fue una decisión compartida con mi esposa. Lo meditamos, sentimos que de esa manera le estábamos devolviendo a Racing un poco de todo lo que nos dio y nos da. No nos importa si somos los primeros porque estamos orgullosos de que nuestra pasión hereditaria esté sellada en el vínculo de nuestro amor, que es justamente Francesca Lacade”, comentó Delpiero en el sitio web RacingManíacos.
La niña, por supuesto, ya es socia del Club.
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