El Presidente de Estados Unidos informó que mantendrá 5 mil 500 soldados en Afganistán cuando acabe su mandato en 2017, pese a que entre sus promesas se encontraba el poner fin a la guerra emprendida.
Uno de los motivos por el que Barack Obama habría desistido de la idea original se explica en las presiones de los jefes militares, quienes habrían argumentado que los afganos necesitan ayuda adicional y apoyo estadounidense para derrotar a los talibanes, de modo tal de no retroceder en los avances que habrían logrados durante los últimos años.
En sus declaraciones, argumentó que las fuerzas afganas no serían “tan fuertes como deberían”, pero que no apoya la idea de “una guerra sin fin”.