Los correos electrónicos obtenidos por la publicación italiana desvelaron que el 25 de enero de 2011 el fiscal británico, Paul Close, escribió a su colega sueca, Marianne Ly, que «no sería prudente» interrogar a Assange en el Reino Unido. Otro documento del 13 de enero del mismo año revela: «Por favor, no piensen que el caso se está tratando como cualquier otra petición de extradición», informa ‘La Vanguardia’.
Los abogados de Assange se mostraron sorprendidos por estos correos, estimaron que «prueban que la fiscalía británica y la sueca perjudicaron a un acusado de manera deliberada y ocultaron el motivo (ante los tribunales) —lo que les daba una ventaja táctica respecto a la defensa—, con lo cual fue una decisión consciente, aunque presentaron el asunto como una necesidad».
Por su parte, Julian Assange ha expresado su conmoción ante los nuevos documentos revelados. El creador de WikiLeaks permanece refugiado en la embajada de Ecuador en Londres desde junio de 2012 para no ser extraditado a Suecia, en donde tendría que enfrentarse a unas acusaciones por supuestos delitos sexuales cometidos en 2010.