“Creo que lo que más me llamo la atención fue la parte donde nos dijeron que para ser un científico no hace falta ni tener mucho dinero, ni ser una mente increíble, sólo se necesita curiosidad”.
Con estas palabras, Arturo Pacheco, estudiante de quinto básico de la Escuela Puralaco N°16 de Toltén, manifiesta su entusiasmo por la visita de los científicos, para él esta experiencia le demuestra que todos los sueños se pueden realizar, sólo basta tener las ganas de desarrollarlos.
La iniciativa coordinada por el PAR Explora Araucanía y ejecutada por la Universidad de La Frontera, busca ser una instancia de encuentro entre la comunidad científica y la comunidad educativa, de modo que los estudiantes conozcan sobre ciencia de una manera más cercana, interesándose por ejecutarla y así ayudar al desarrollo de la humanidad.
La Mg. Andrea Arias, Directora de la Mención Química de la carrera de Pedagogía en Ciencias de la Universidad de La Frontera, es una de las protagonistas de 1000 científicos 1000 aulas, con orgullo, nos manifiesta que lleva 10 años formando parte de esta linda actividad. Uno de sus principales objetivos es llegar a las escuelas rurales, ya que muchas veces tienen menos posibilidades de conocer el asombroso mundo de la ciencia, pero más allá de generar un aprendizaje del área científica, la académica busca motivar a través de su experiencia, mostrándole a los escolares que todo es posible, que ellos también pueden llegar a la universidad, a un centro de formación técnica, que conozcan que el estudiar permite abrir los horizontes.
“Que los visite alguien de la universidad es algo ya muy llamativo, incluso, en pleno siglo XXI que los visite una mujer es algo sorprendente para ellos, en relación a esto, siempre les hago el hincapié que yo estudie en una escuela rural y que independiente de cual lejos pueda estar nuestro colegio, del género, condición económica, siempre se pueden aprender cosas nuevas. Si alguien no quiere estudiar algo relacionado con la ciencia, les enseño que ella está presente en el diario vivir, que sólo debemos estar más atentos a lo que nos rodea”. Afirmó, Arias.
En la charla “Química y sus encantos” la académica expone abordando temas generales de la química, mostrándole a los estudiantes que normalmente hacen ciencia sin saberlo, que basta con observar unos instantes y podrán ver alguna reacción química, a su vez, entender cómo está constituida la materia y sus procesos de transformación, dependiendo de ciertos factores, generando actividades practicas para que niños y niñas participen, pregunten y se asombren.
Dentro de los experimentos realizados se pueden apreciar cambios químicos que tienen que ver mucho con la formación de coloraciones, con la expresión de luces, básicamente cosas que los estudiantes pueden observar fácilmente incorporando elementos de uso cotidiano, como, la leche, el jabón, la bebida, cosas sencillas, para que ellos las puedan hacer en sus casas.
En tanto, el Dr. Juan Carlos Ramírez, docente del Departamento de Ciencias Químicas y Recursos Naturales de la Universidad de La Frontera, también es un ente importante en el desarrollo de 1000 científicos 1000 aulas, el académico ha participado durante 5 años en la actividad impartiendo charlas sobre el medio ambiente, dando énfasis al gran problema al cual se ve enfrentada la humanidad, con respecto a la contaminación, degradación de los recursos y creciente escasez, instando a los jóvenes a que realicen una reflexión, sintiéndose participes del gran conflicto ambiental que hay en el mundo.
Para el Dr. Ramírez, este tipo de actividad representa un tremendo beneficio, porque acerca el quehacer científico a las escuelas, situación que no es habitual, ya que si bien los estudiantes tienen clases ciencia y laboratorios, el método científico en su expresión más pura se aplica más que nada en las universidades, es por esto que en sus charlas realiza un acercamiento de método científico con diferentes énfasis.
“La indolencia y despreocupación, son uno de los principales problemas, en especial en el contexto en el que nos encontramos con el boom digital, las personas se sienten más aisladas de todo lo que se refiere a los recursos naturales, y la gente pierde la conciencia de su importancia. En mis charlas me preocupo que los niños y niñas piensen, analicen y se den cuenta que con pequeñas medidas podemos aportar al medio ambiente”.
En La Araucanía son más de 100 las charlas que se están desarrollando, a través de la cuales se espera beneficiar alrededor de 5000 estudiantes de primer ciclo básico a educación media, quienes se podrán sorprender con los enormes beneficios que el conocimiento científico entrega a la sociedad.
Durante todo el mes de octubre se estará llevando a cabo esta iniciativa, donde simultáneamente científicos expondrán sobre variadas temáticas en toda la región, en un encuentro fructífero entre ciencia y comunidad educativa.