Vivimos en una sociedad con una doble moral bastante evidente. Cuando nos preguntan qué haríamos en una determinada situación, normalmente existe una clara controversia entre lo que decimos que haríamos, y lo que haríamos realmente. Esta forma de actuar revela que realmente sabemos lo que está mal, pero a la hora de la verdad nuestro ‘yo’ egoísta es el que toma las riendas.
Por supuesto, esto no es así en todas las personas. No son pocos los que actúan en consecuencia con sus pensamientos. Tenemos muchos ejemplos que nos hacen seguir creyendo en la humanidad, y en lo maravillosos que podemos llegar a ser cuando nos lo proponemos.
Tal vez te pueda parecer una perogrullada eso de que los que más ayuda necesitan son los primeros que están dispuestos a ofrecerla, pero hay muchos los ejemplos que demuestran que esto es así.
No nos cansaremos de decir que, en este planeta, hay gente maravillosa que ayuda a los demás sin pedir nada a cambio. Da igual cuáles sean tus creencias, lo verdaderamente importante es cómo te comportas con las demás personas, y si estás dispuesto a ayudarles cuando sea necesario.-