La agencia de Calidad de la Educación entregó los resultados del Simce de Educación Física efectuado en noviembre y diciembre de 2014 a casi 10 mil estudiantes de octavo básico. Se recogió que el 41% de los niños y niñas sufre obesidad o sobrepeso y que el 59% de los encuestados tiene un normal índice de Masa Corporal.
A pesar de lo elevado de las cifras, estas representan una leve disminución respecto al índice del año 2012, en donde un 44% de los alumnos estaba sobre su peso recomendado. En relación a los niveles socioeconómicos, los niños más vulnerables registraron el porcentaje más elevado (43%) y para los alumnos con una situación más acomodada, sólo el 27% de ellos tiene problemas con su peso.
Mario Aguilar, docente de educación física y la voz disidente del Colegio de Profesores, conversó con El Ciudadano sobre lo alarmante de los datos que surgieron luego del Simce y explicó que reflejan una tendencia y una condición absolutamente preocupante pero que en ningún caso son sorprendentes.
“A los que somos especialistas en el tema no nos sorprende porque en el sesgado currículum que tenemos hoy en Chile, donde se han ido perdiendo cada vez más integralidad en los últimos 20 años y todo se centra finalmente en aquellas asignaturas que son medidas por el SIMCE regular, no tiene por qué sorprender la poca educación física que tiene el currículum hoy día, considerando el poco tiempo a la semana que dedican a la actividad física y corporal, son los resultados esperables”. Expresó.
Para Aguilar los resultados son la dura consecuencia de un currículum mal elaborado y poco integral, por lo que corresponde a la condición actual de la estructura curricular del sistema chileno. Manifestó también que los hábitos en la población chilena no son sanos y que existe mucha comida dañina y un acelerado ritmo de vida que lleva a preparar comidas rápidas y comer en kioskos, lo que afecta la vida cotidiana de los niños.
El vocero de la disidencia en el movimiento docente dijo que los niños y niñas con sobrepeso están “muchas horas en el computador, viendo televisión y muy poca actividad física, como jugar, salir a las plazas y todo eso que explica los negros resultados”. Pero a su vez, explicó que hay una muy poca preocupación de las autoridades para resolver este problema que se viene evidenciando hace varios años.
Con respecto a los colegios vulnerables, Aguilar cree que en ellos hay menor educación física porque tienen menor infraestructura y también porque hay una fuerte presión por mejorar los resultados del SIMCE regular, “entonces queda muy poco tiempo para resolver estos problemas. En los colegios de mejor condición socioeconómica tienen canchas, gimnasios y lugares para desarrollar mejor estas actividades”.
Finalmente desclasificó que también hay rasgos de discriminación en los resultados porque la condición de alimentación en los sectores más desposeídos es también precaria, “tienen menos acceso a una alimentación saludable que en general es más cara”, concluyó.