La organización pacifista israelí Shalom Ajshav (Paz Ahora) rebatió hoy los datos de construcción en los asentamientos judíos en territorio ocupado que ofreció ayer el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, y aseguró que éste deformó las estadísticas a su antojo.
«Su argumento se basaba en una sola estadística: el promedio anual de construcciones comenzadas en los asentamientos según la Oficina Central de Estadísticas, contabilizados durante todo el período de seis años que Netanyahu ha sido primer ministro y comparado con la de sus predecesores», dijo en un comunicado.
La ONG advirtió de que los datos que ofreció Netanyahu, según los cuales él construyó a un ritmo de 1.500 viviendas anuales, menos que sus tres predecesores Ehud Olmert, Ariel Sharón y Ehud Barak, no incluyen la construcción en Jerusalén Este ni los proyectos en fase de aprobación. «Como es habitual con las estadísticas, la trampa está en los detalles, ya que una sola estadística aislada siempre confunde más que aclara», se agrega en la nota.
En ese sentido, la ONG sostiene que debido a que en la legislación israelí Jerusalén está«unificada» y los datos de la Oficina de Estadísticas no recogen la parte oriental ocupada desde 1967, reclamada por los palestinos como capital de su futuro estado. «Un examen de los datos indica que el promedio de construcción en los asentamientos tanto en Cisjordania como en Jerusalén Este, alcanza su máxima cota desde 2000 durante el Gobierno de Netanyahu entre 2013-2015 (la anterior legislatura)», subraya la ONG.
Desde 2009, cuando entró en funciones por primera vez después de una pausa de varios años en la política, su promedio se equipara al de los tres jefes de Gobierno anteriores, excluyendo la moratoria de construcción que declaró en 2010 dentro de los esfuerzos internacionales para reactivar el proceso de paz. Subraya además que sus datos ignoran por completo la construcción ilegal de los colonos (unas 1.000 viviendas entre 2009 y 2014), y también las viviendas de cerca de 20 enclaves construidos de forma ilegal en los años anteriores a su llegada al poder.
Se trata de pequeñas colonias que no contaban con autorización de las autoridades israelíes, aunque según el derecho internacional toda construcción en territorio ocupado es ilegal, incluidos los asentamientos sí autorizados. También denuncia que el primer ministro se olvidó de recordar los planes de construcción para el futuro ya aprobados por su Gobierno, y que contemplan 18.037 viviendas en Cisjordania y 12.000 en Jerusalén Este.