Históricamente, los rumores, la difamación y la denigración han sido aspectos integrales de la lucha de clases, y los tabloides por lo general han sido su medio de difusión.
Pregúntadle a Maria Antonieta, para quien el libelo (un pequeño tabloide obsceno en forma de panfleto político) se demostró como una pieza increíblemente eficaz de propaganda política en su contra.
Estos no eran sofisticados textos políticos, a menudo simplemente representaban a Antonieta en situaciones pornográficas de orgías, incesto, lesbianismo, todo lo que te puedas imaginar.
A veces, el propósito de estas caricaturas fue acusar realmente a Antonieta de tales actos, pero a menudo eran simplemente una forma de degradación.