Una relación sexual no termina con el orgasmo, va más allá. Es una experiencia que comienza con una sonrisa en los labios y debe acabar con otra sonrisota en el corazón. Suena cursi ¿no? pero así son las cosas. En el terreno del sexo debemos tener en cuenta que quien manda son ellas y a quien debemos satisfacer es a ellas, porque de rebote el placer nos alcanza y la felicidad también. Dar es dar, canta Fito Páez, y tiene razón, un verdadero amante – en toda la extensión de la palabra – se preocupa en brindar lo mejor a quien ama; el egoísmo en la cama y en el amor está de más. Ahora que refrescamos la consigna, vamos a darte unos consejos de qué no hacer para no matar el momento y quedar como un verdadero caballero, o al menos quedar bien.
1. Agradecer
Aquí nadie le ha hecho un favor a nadie, por más que te hayan dado la mejor sesión amatoria de tu vida. Puedes poner una sonrisa de oreja a oreja, un “wow”, un pulgar arriba mientras recuperas el aire, pero nada de “gracias”.
2. Hacer comparaciones
Si lo haces, prepárate para darte placer solo de aquí en adelante. ¿Te gustaría que nombren a otro hombre después de tener sexo? Obvio que no, a ella tampoco que nombres a otra. Por más que no haya sido tan buena la faena, no se te ocurra hacerlo. Recuerda que la que está acostada a tu lado también tiene sentimientos.
3. Pedir perdón
“Perdona si fui muy brusco”, “perdona por lo que pasó, sé que es muy prematuro…”, “perdona…”. Pedir perdón está de más, si ella tuvo un orgasmo, ¿crees que se arrepentirá de eso? Pídele perdón solo si es que no la hiciste feliz.
4. Decir: ¿Y, qué tal estuve?
Si lo dices esperando que te halague, no lo hagas, ¡quiérete! Si lo dices porque en verdad no sabes qué tal estuviste, entonces ahórrate la pregunta, estuviste mal. Uno sabe si ella lo disfrutó o no, y si queda una leve duda, toma energías y juega el repechaje hasta que ambos alcancen la gloria. Si no sabes qué decir mejor no digas nada, y exprésate con caricias.
5. Ir por el celular
Ni para ver la hora. Disfruta el momento íntimo. Recuperen el aire juntos, mírense. Pasamos casi todo el día con los ojos fijados a la pantallita del teléfono, ya sea por trabajo o por vicio, y tenemos muy poco tiempo para fijar los ojos en la persona a la que queremos. Disfrútalo, el mundo puede esperar.
6. Prender la televisión
Tienes una mujer al lado, diviértete. Hablen, rían, acaríciense vayan por el segundo round. Prender el televisor no es solo decirle a ella: “me aburres”, sino también es dejarle en claro que no tienes imaginación.
7. El condón al piso
Este debió ser uno de los primeros puntos, pero era preciso reforzar los 6 puntos anteriores. Ni bien termines deshazte del preservativo como se debe: lo retiras con cuidado, lo anudas y lo llevas al tacho de basura del baño, te enjuagas tus partes y regresas inmediatamente a la cama. Todo tiene su lugar, condón en el tacho y tú de vuelta a la cama.
8. “¿Me quieres?”
Este es un punto que hay que tener muy en claro. Si acabas de tener sexo con ella, y las has satisfecho, obvio que te quiere. Si no quedó satisfecha, cállate y usa la lengua en algo más productivo (o los dedos, la nariz, los codos…). Ahora, si la dama que tienes ahí a tu lado, es alguien que recién has conocido, y le preguntas “¿me quieres?”, prepárate para no verla más.
9. Decirle: “¿Te pido un taxi?
Así estés apurado por un compromiso, así ella te dijo antes que no tenía mucho tiempo, así tengas sueño y ella sea una extraña. ¿Cómo se te ocurre decir eso después de haber tenido relaciones?
10. Echarte a dormir
Sabemos por estudios que es natural que nos dé sueño tras el sexo, no lo hacemos de “machotes básicos” solo que el cuerpo automáticamente se pone en modo relax. Pero también sabemos que somos seres conscientes y que podemos controlarlo de cierta manera. Acaríciala, háblale al oído, abrázala y conversen, tu voz relajada la relajará a ella, y no habrá mejor final que quedarse dormidos los dos juntos. Vas a ver que el amanecer será de lo mejor.
Escrito por Daniel León M