Scott Munguía es el creador de esta genialidad que permite cuidar al planeta de los desechos plásticos derivados del petróleo. En el año 2011 logró aislar un biopolímero con semillas de aguacate, un avance tecnológico con el que acabó fundando su propia empresa, BioFase.
La empresa busca productos sostenibles a partir de fuentes abundantes que no tengan otros usos. Su línea principal de negocio es la obtención de resinas a partir de semillas de aguacate por medio de una tecnología cuya patente está en trámite.
Características principales de este bioplástico de aguacate:
– Se degrada en 24o días según las condiciones ambientales.
– Tienen una vida útil cercana a los cuatro años.
– El proceso no genera residuos peligrosos.
– La huella de carbono es sustancialmente menor que en el plástico derivado del petróleo, debido al proceso de extracción de los polímeros.
– No es obtenido de una fuente alimenticia.
– Es un producto sostenible y devuelve parte sus beneficios a la sociedad.
– El principal problema de este producto es que el plástico biodegradable puede costar el doble que uno derivado del petróleo.
Esperan en los próximos 5 años poder acercar los precios y hacer a su bioplástico de aguacate competitivo económicamente al plástico derivado del petróleo.
Recordemos que México es el mayor productor mundial de aguacate, con más de un millón de toneladas al año. Se desechan unas 4.700 toneladas de semilla al mes, sólo en México. Una cantidad que es suficiente para satisfacer hasta diez veces la demanda de bioplásticos de Mexico, según Scott Munguía.
Scott Munguía con su empresa ha logrado generar catorce empleos y ofrecer una nueva forma de aprovechar los residuos en la industria del aguacate en México.