Mientras restauraban una de las cabañas de exploración en la Antártida, los conservadores del Antarctic Heritage Trust encontraron una caja que ocultaba un tesoro: el registro fotográfico de antiguos exploradores que permanecieron en dicha cabaña hace unos 100 años.
Sorprendentemente, estos negativos se conservaron en un bloque de hielo y pueden darse a conocer en nuestros días regalándonos un fabuloso registro de una época heroica de la Antártida, así como otorgándonos un panorama del cambio que ha sufrido el paisaje de 100 años atrás a la fecha.
Después de permanecer congelados durante 1 siglo, los negativos tuvieron que ser restaurados con mucho cuidado, separando uno del otro en primer lugar y luego limpiando cada uno de ellos, retirando el molde y la consolidación de nitrato de celulosa en las capas de las imágenes. Sólo después de este laborioso proceso se lograron convertir en positivos digitales.
Como se dijo en el comunicado de prensa del Fideicomiso, la caja de fotografías probablemente fue dejada en la cabaña del capitán Robert Falcon Scott por Ernest Shackleton del Ross Sea Party, una expedición que se llevó a cabo de 1914 a 1917 y que quedó varada después de que su nave se alejó flotando en el mar durante una tormenta masiva de nieve. El grupo finalmente fue rescatado, aunque en el proceso tres hombres se perdieron.