El control de la natalidad en realidad no es nada nuevo; desde que se encontró la asociación entre la práctica de relaciones sexuales y la posibilidad de embarazo, se han creado todo tipo de sustancias y artefactos para impedir la concepción, unos más eficaces que otros aunque la gran mayoría ponían en riego la salud de las mujeres.
Los primeros datos que tenemos de métodos anticonceptivos se remontan a un papiro egipcio, el papiro de Petri, del año 1850 a.C. Éste decía que una mezcla de estiércol de cocodrilo y miel colocado en la vagina antes del coito impedía el embarazo. Actualmente resulta imposible pensar en esos métodos tan arcaicos. A través de los años, conforme la humanidad se desarrolló, los métodos evolucionaron y se volvieron un poco menos extremos.
La llegada de la píldora anticonceptiva en los años sesenta revolucionó la manera de ver la maternidad, ello aunado a la liberación femenina. Actualmente, este método es utilizado por más de cien millones de mujeres en todo el mundo, convirtiéndolo en el más popular después del condón, que en realidad sólo es un método de barrera. La segunda mitad del siglo pasado trajo consigo otros tipos de métodos, entre ellos: los espermicidas, el Dispositivo Intrauterino, los anticonceptivos subdérmicos, parches, etc. Sin embargo, alrededor de ellos han surgido miedos, dudas y muchos mitos; las mujeres aún no confían en ellos y piensan que perjudicarán su salud y fertilidad. La realidad es que la mayoría de eso mitos y estigmas son totalmente falsos, es mera falta y modificación de información. Lo cierto es que, a pesar de la gran variedad y fácil alcance hacia ellos, el índice de embarazos no deseados en adolescentes incrementa todos los días. Las mujeres deberíamos estar mejor informadas y conocer qué tipo de método es el ideal para nosotras.
Aquí te mostramos 8 grandes mitos más comunes de los anticonceptivos que debemos extraer de nuestra mente para disfrutar más de nuestra sexualidad.
Mito 1: El condón sólo se debe colocar antes de la eyaculación
Este detalle es sumamente riesgoso si quieres evitar embarazos e infecciones de transmisión sexual. La realidad es que previo a la eyaculación, el hombre segrega líquido preseminal con espermatozoides capaces de fecundar al óvulo. Además, no siempre se puede controlar la eyaculación, por lo tanto esto incrementa el riesgo de embarazo. Considerar el uso del condón sólo antes de eyacular, resulta absurdo ya que la mayoría de las ETS se transmiten por contagio genital y no por el semen. Por tanto, resulta indispensable ponérselo antes de la penetración.
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Mito 2: Los anticonceptivos hormonales causan problemas a la salud
Las pastillas anticonceptivas están compuestas de dos hormonas, llamadas estrógeno y progesterona, las cuales evitan que el cuerpo de la mujer produzca un óvulo. En la actualidad, la píldora anticonceptiva contiene dosis hormonales muy bajas, aunque como cualquier medicamento puede causar efectos secundarios en algunas personas como el riesgo de tromboembolismo en mujeres, sobre todo en aquellas con alteraciones congénitas o que fuman y toman alcohol en exceso. Pero en realidad es muy poco probable.
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Mito 3: La píldora anticonceptiva provoca aumento de peso y presencia de vello anormal
Es uno de los mitos más comunes pero la realidad es que las fórmulas con las que actualmente se elaboran favorecen el control del peso y, al disminuir la segregación de hormonas “varoniles” en la mujer, evita el crecimiento anormal de vello. Las pastillas además reducen problemas de acné y exceso de grasa en el cabello.
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Mito 4: Tomar la píldora anticonceptiva durante largos periodos puede causar infertilidad
Esto es totalmente un mito. Es cierto que la fertilidad puede tardar un poco en regresar, hasta que el organismo se regularice, pero no existe ningún daño permanente. La infertilidad no es un efecto secundario de ningún método anticonceptivo.
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Mito 5: El dispositivo Intrauterino puede perforar el útero y provocar esterilidad
La realidad es que el dispositivo intrauterino (DIU) no causa infertilidad, pues la fertilidad regresa rápidamente a la normalidad después de retirarlo, el endometrio regresa a su estado normal y la menstruación reaparece en los próximos 30 días. Sólo puede provocar esterilidad cuando se asocia a una enfermedad inflamatoria pélvica o endometritis, en cuyo caso, éstas serían responsables directas de dicha condición. Si fue bien insertado y por personal capacitado -quienes deben realizar un control posterior- es muy poco probable que perfore el útero durante su colocación o en su vida útil.
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Mito 6: La píldora de emergencia es abortiva
Hay que tener en cuenta que es un método anticonceptivo de emergencia y que debe tomarse dentro de las 72 horas posteriores a la relación sexual sin protección. La píldora de emergencia contiende dosis más altas de las mismas hormonas que se utilizan en la píldora anticonceptiva común y así que inhibe la ovulación y crea un medio hostil para los espermatozoides, pero no impide la implantación del óvulo en la matriz cuando ha sido fecundado, es decir, en caso de embarazo no daña al producto.
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Mito 7: La píldora anticonceptiva aumenta el riesgo de padecer cáncer
Esto es completamente falso, ya que no sólo no predisponen a padecer cáncer, sino que lo previenen. Según la organización American Cancer Society, las mujeres que usaron anticonceptivos orales tienen un menor riesgo de padecer cáncer de ovario. Esto se observa después de los primeros 3 meses de uso, e incluso el riesgo es menor mientras más tiempo se use la píldora.
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Mito 8: Los anticonceptivos no pueden utilizarse desde temprana edad
La realidad es que los métodos anticonceptivos pueden usarse desde la primera menstruación.