Aparentemente, The Shining y la saga de Toy Story no tienen punto de comparación: los géneros cinematográficos, la técnica, la historia y la audiencia hacen a estas dos películas sean totalmente diferentes. Quizá sólo sea en el alcance mundial y buen recibimiento por la crítica existe la comparación, pero hay elementos poco visibles que han vinculado a ambas películas.
Al iniciar la década de los ochenta se presentó la cinta de terror psicológico dirigida por Stanley Kubric, basada en la novela del maestro del terror Stephen King. Desde su lanzamiento, impactó y agregó algunos temores a la vida de los espectadores; uno de ellos fue Lee Unkrich, el montajista de Toy Story 1 y 2.
«Vi El Resplandor cuando tenía 12 años, en 1980, porque mi madre me llevó. Ella me había mostrado un par de películas de terror de baja calidad que me habían afectado profundamente en términos de tener pesadillas crónicas. Aún así, eso no impidió que también me mostrara El Resplandor. Esa resultó ser la mejor decisión en mi vida. Esa fue la película que me inspiró como cineasta», declara Lee Unrick.
Unrick, quien forma parte de los genios de Pixar, no pudo abandonar la inspiración que lo llevó a crear cine, y aunque aún no haya incursionado en el género de terror, homenajeó a El resplandor con diferentes elementos que aparecen en Toy Story.
El piso del Hotel Overlook quedó grabado en la memoria de quienes vieron la película protagonizada por Jack Nicholson y el diseño de ese tapiz también forma parte de la casa de Sid Phillis, el vecino de Andy que se caracteriza por atemoriza a los juguetes.
En las placas del camión de basura aparece RM 237, el número del cuarto prohibido en el Hotel Overlook, en el que, se dice, suceden cosas extrañas.
Debido a estas similitudes, el artista visual Kyle Lambert comenzó a seguir el trabajo de Lee Unrick y se dio cuenta de la obsesión de éste por la cinta y, a manera de un nuevo homenaje, mezcló las dos cintas como un proyecto paralelo y aquí está el resultado final.