Su perrita comenzó a comportarse de una manera extraña, pero gracias a eso salvó su vida

Tara acababa de cumplir 40 años cuando decidió que era hora de alcanzar su sueño y formarse como técnico veterinaria. Siendo madre soltera de dos hijas, la vida no le había puesto las cosas fáciles, pero su amor por los animales y las ganas de superarse le hizo retomar los estudios.Una noche, mientras estudiaba en la tranquilidad de su hogar, su encantadora perra Willow, comenzó a tener un comportamiento realmente extraño. La insistencia de Willow, provocó que Tara hiciera un inquietante descubrimiento que le ha salvado la vida. Conoce su increíble historia.

Tara era una feliz madre soltera y trabajadora, que inició en 2012 sus estudios nocturnos de técnico en veterinaria. Sus largas noches de estudio las compartía con Willow, una preciosa perra, mezcla de Golden Retriever y San Bernardo.

Willow siempre se ha caracterizado por ser una perra obediente y bien educada, que responde con celeridad a las ordenes de Tara. Sin embargo, aquella noche Willow hizo algo inusual.

Mientras estudiaba recostada en la cama, Willow subió y comenzó a olisquear su regazo izquierdo. Por más veces que la mandó bajar, la perra no obedecía. Al contrario, comenzó a frotar su nariz contra su pecho, babeándole la ropa. Enfadada, Tara regañó a Willow, que comenzó a estornudar y resoplar en el suelo. Ella, se levantó para limpiarse la camiseta, y fue entonces cuando sintió la masa, la textura de la piel bajo su aureola había cambiado.

 Tras consultar con el médico el diagnóstico estaba claro. El cáncer se había extendido por sus conductos lactíferos, pero no había alcanzado los ganglios linfáticos. De haber tardado más tiempo en darse cuenta, el resultado hubiera sido fatal.

Tres semanas más tarde los médicos le practicaron un mastectomía parcial de su pecho izquierdo, seguido de nueve meses de quimioterapia y radiación. Hoy está libre de cáncer.

Los estudios demuestran que los perros son capaces de detectar cambios en la salud de los seres humanos, incluyendo el cáncer. Hoy en día, los perros ya son entrenados para predecir crisis de epilepsia, ataques al corazón y bajadas de azúcar en personas con diabetes.

La vida, el trabajo y los estudios habían hecho que Tara retrasase sus revisiones médicas, algo que no se debe hacer. No todos los perros son tan maravillosos como Willow, por lo que recuerda practicarte exploraciones mensuales y una mamografía anual, tal y como recomiendan los especialistas.

Vía: http://lavozdelmuro.net