«Nuestra intención es lograr duplicar el negocio de aquí al 2020», indicó a Reuters Eduardo Pérez, director de asuntos regulatorios de Monsanto para el norte de América Latina.
Las ventas globales de Monsanto este año fiscal alcanzaron los 15.000 millones de dólares, siendo las ventas mexicanas 400 millones. En México, el 70% de las ventas de la empresa se compone de semillas de maíz transgénico.
El próximo año, la compañía planea mantener en el país latinoamericano el mismo nivel de inversión promedio registrado en los últimos cinco años, de 20 millones de dólares. Según el representante de Monsanto, esta cifra podría incrementarse en un futuro si se aprueba la siembra comercial del maíz modificado genéticamente.
En agosto, un tribunal mexicano revocó una medida de hace dos años que impedía que las corporaciones biotecnológicas como Monsanto sembraran maíz transgénico en el país. Un grupo de ciudadanos, encabezado por la ingeniera agrónoma Adelita San Vicente, quien promovió la medida, apeló la última resolución judicial. Por lo tanto, la entrega de permisos para la liberación al ambiente de organismos genéticamente modificados del maíz ha sido detenida hasta que la justicia confirme o anule la derogación de la medida.