Luego de conocerse los sorpresivos resultados de las elecciones presidenciales, donde Daniel Scioli del Frente para la Victoria (Fpv) superó apenas por un 2% de los votos a Mauricio Macri, del frente Cambiemos, que derivó en el primer balotaje de la historia en Argentina, también se supo la conformación de un nuevo Congreso.
Si bien la fórmula presidencial del FpV no obtuvo los holgados resultados que esperaba nivel nacional, logró consolidar su condición de fuerza mayoritaria en la Cámara de Diputados y en la de Senadores.
En ese mismo sentido, el FpV mantendrá una amplia mayoría en el Senado, donde contará con quórum propio ya que está superando los 37 legisladores propios que se incorporarán a la Cámara alta a partir del 10 de diciembre, llegando a un total de 42 bancas sobre 72 posibles.
Cambiemos, por su parte, contará con 15 senadores, más el agregado de no saber cómo se definirán esos bloques: si como una alianza, o se fragmentará en el futuro.
En Diputados, en cambio, el oficialismo no logró mantener una mayoría propia. Así, consiguió sumar 114 de las 257 bancas que componen el cuerpo y consolidarse como primera minoría; en tanto que el interbloque Cambiemos, con 43 bancas cada uno, deberán decidir si mantienen o no su alianza para atribuirse el segundo lugar, tal como sucede en el Senado.
Con este escenario, teniendo en cuenta que el futuro presidente es incierto, se puede pensar que tanto Scioli como Macri tendrán que apelar al diálogo y al convencimiento con otras fuerzas políticas para lograr un Congreso que trabaje y no dificulte la gobernabilidad del ejecutivo, tal como ocurrió con el famoso “Grupo A” en el periodo 2009-2011, donde era muy difícil conseguir quórum para el oficialismo como para la oposición.