Después de conocerse la victoria de Maria Eugenia Vidal (Cambiemos) ante Aníbal Fernández, del Frente para la Victoria (FpV), en la Provincia de Buenos Aires – distrito que representa el 37% del padrón electoral- por más de 4,5%, todo parecía más que óptimo para la alianza del PRO, UCRy Coalición Cívica. Sin embargo, esto parece no ser así.
Lo que sucedió es que Vidal empezó a adelantar a los miembros de su gabinete. Por ejemplo, tiene casi definido ofrecerle al vicepresidente de la Legislatura porteña, Cristian Ritondo, el sensible cargo de ministro de Seguridad, que hasta diciembre ocupará Alejandro Granados.
En distintas declaraciones periodísticas, Vidal confirmó que Hermán Lacunza estará al frente del Ministerio de Economía; Leonardo Sarquis, en Agricultura; y su principal operador político, Federico Salvai, en algún área política.
Además, no descartó que Jorge Macri se desempeñe como jefe de Gabinete, que el ex titular de la Policía Metropolitana Eugenio Burzaco ocupe un rol en Seguridad; y que el ministro porteño Edgardo Cenzón se haga cargo de Infraestructura, según informa el sitio Télam.
El problema surge porque de todos esos nombres, ninguno pertenece ni a la Unión Cívica Radical (UCR) ni a la Coalición Cívica, los otros partidos integrantes de Cambiemos. Así, sólo se estarían designando a gente perteneciente al PRO.
En ese contexto, la cúpula de la UCR salió a marcarle la cancha al PRO y destacó su «aporte fundamental» a los resultados de Cambiemos en las elecciones del domingo último, que le valieron a Mauricio Macri la posibilidad de disputar en balotaje la Presidencia con Daniel Scioli, el candidato del Frente para la Victoria (FpV), señala Télam.
Además, empiezan a correr fuertes rumores de desencanto que se desencadenarían después del balotaje del 22 de noviembre, demostrando quizás que la única convicción que unía a Cambiemos era la de ganar la elección, lejos de sus promesas de diálogo.
¿Cuál será el futuro de Cambiemos?