Ellas explotaron de placer. Sintieron cómo se contorsionaba el cuerpo y el calor que lo recorría hasta llegar a la parte más íntima. Se olvidaron que no estaban solas. Se entregaron al deseo y placer, y lo abrazaron extasiadas. Cerraron los ojos y se trasladaron a otro mundo cuando llegaron al clímax. Gritaron de satisfacción y placer; habían sido premiadas con la magia de los dioses. El orgasmo fue único, uno difícil de encontrar y que sólo pocas pueden experimentar. Un orgasmo que no requirió de caricias ni algún tipo de contacto físico. Un respiro, una inhalación fue todo lo que se necesitó.
Horas antes, en tierras hawaianas cuando el sol salía y el rocío aún adornaba el pasto y hojas de los árboles, un grupo de cuatro mujeres recorrieron la isla en busca de una planta misteriosa que tenía poderes afrodisiacos. Con cada paso las acompañaba el viento, aunque el sol también las miraba desde lo alto. Después de algunos días lluviosos, el sol resplandecía con más energía aunque tal vez no duraría por mucho tiempo; pero en ese momento brillaba y calentaba los pies descalzos de las cuatro mujeres que pisaban el terreno. Tal vez era un buen augurio, una señal de los dioses que indicaban que era el día correcto para ir en busca del tesoro reservado para las mujeres. Un regalo exclusivo para quienes sabían lo que era dar vida. Cada paso las acercaba o alejaba del tesoro escondido. Las montañas de aquella tierra volcánica las cuidaban, y servían de guía para llegar a donde podía encontrarse la planta de poderes mágicos: Mamalo o Wahine.
Durante años se han contado sus poderes, pero no todos se benefician del buen humor de los dioses. Este hongo poderoso conocido como Mamalo o Wahine, es una dedicatoria, un obsequio reservado a las mujeres que llevan una vida virtuosa. Desde hace tiempo circula la historia de mujeres que aseguran haber alcanzado el orgasmo a través de un hongo. No se necesitan de hombres, manos, labios, ni de nadie más para alcanzarlo. Sólo la planta y la voluntad de los dioses.
En 2001, los científicos John C. Holliday y Noah Soule comprobaron las historias de las islas del Pacífico. El hongo de la especie Dictyophora que tiene entre 600 y 1,000 años y que crece en territorio volcánico que ha sido cubierto por lava es capaz de inducir orgasmos en mujeres con tan sólo olerlo. La investigación se publicó en el International Journal of Medicinal Mushrooms después de hacer pruebas con 20 hombres y 16 mujeres. En el estudio se vio que el efecto no era el mismo en todos los estudiados. Los hombres describieron el olor como uno similar a carne podrida y no les provocó nada, pero fue diferente en el caso de las mujeres. Todas se excitaron y seis consiguieron llegar al orgasmo con el puro olor. De acuerdo al estudio, las mujeres que llegaron al clímax fueron las que primero lo olieron, mientras que las que lo hicieron después no lo consiguieron. Esto se cree que se debe a que el olor era más potente en un inicio y después perdió algo de efectividad.
Los científicos formularon una hipótesis que explica que los componentes de las esporas del hongo son similares a los neurotransmisores que se liberan durante los encuentros sexuales.
Ya mucho se ha dicho de plantas afrodisíacas, pero un hongo que sea capaz de generar un orgasmo con el puro olor aún no es tan conocido en todo el mundo.
Mamalo o Wahine, un efecto con explicación científica o un regalo de los dioses. Un regalo con un olor desagradable, similar al de la carne podrida parece poco seductor. Pero aquellas que alcancen el placer a través de este hongo, seguramente se olviden del fétido olor y sean compensadas con el poder del deseo y excitación, uno que termina con el orgasmo.
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Referencias:
Holliday JC, Soule N. (2001). “Spontaneous female orgasms triggered by smell of a newly found tropical Dictyphora species”. International Journal of Medicinal Mushrooms 3: 162–67. ISSN 1521-9437
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