Salud & Fortuna
Se suele comparar a una mujer que canta jazz con otras mujeres que hacen lo mismo, a un ciego que toca el piano con otros ciegos que juegan el mismo papel, y así con casi todo, y no sólo en la música. Son las comparaciones odiosas. Igual que se suele querer buscar similitudes con los trabajos de otras bandas que van corriendo por carriles similares… Pero hacerle esto al primer disco de La Romería de Santa Fortuna, siguiendo los ejemplos expuestos, sería partir desde una realidad sesgada. Sobretodo considerando las particularidades sonoras y líricas que el trabajo entrega.
Otro elemento previo a ir al fondo de “Salud & Fortuna” tiene que ver con el mestizaje propio de nuestra sociedad. Algo que algunos no quieren reconocer, pero que se expresa a diario en distintos ámbitos y que, cada vez con más fuerza y logrando un mayor disfrute, se consolida entre sus exponentes y receptores. Mestizaje que la banda desarrolla, plasma, ondea y exhibe a plenitud, cruzando los límites de cada sonido, de cada sonoridad, y así la ranchera se ensalza, así lo gitano se muestra y esconde entre otras culturas, como en “Romelí”. Es decir algo que y se ha vuelto una costumbre, una experiencia que ya tiene algunos años de desarrollo, pero que producto de su mismo origen y cruce, da una gran posibilidad de combinaciones.
Pero “Salud & Fortuna” no sólo tiene esas diferencias, sino que nos dice, con todas sus letras y en cada una de ellas que no hay vida sin amor, pero no cualquier amor, sino ese que se sufre, que cuesta, que duele y que es la causa de todas las cicatrices, el motor de su padecer, la chispa de las peores sensaciones. Así se lamenta en “Si yo fuera marinero” o se evidencia en esa imposibilidad de evitarlo en “Marioneta del destino”. De esas relaciones de amor doliente, abandono, tristeza y unas pequeñas y dolorosas alegrías se nutre el trabajo del grupo penquista, que hace evocar aquellas letras y demostraciones de nuestra forma amatoria que entregaron en otros años Los Galos o los Ángeles Negros. Un ejemplo es “Más allá del silencio”, donde el órgano reconstruye ese parentesco, y la letra nos dice que “escucha tu risa, amarga caricia a mi inspiración”.
Como en un anaquel de dolores y penas, las reflexiones más simples y dolientes sobre el amor, se sitúan a la disponibilidad del escuchante, en un rico y bello marco sonoro cuya creación parece una pasión despertada desde algo que no debería serlo. Mejor hacerle caso a los muchachos, y “me voy a bailar, olvidar de estar sin ti”.
Temas: 1. No quiero ni pensar. 2. Si yo fuera marinero. 3. Más allá del silencio. 4. Penas. 5. Volver a volar. 6. Romelí. 7. Marioneta del destino. 8. Amor que duele. 9. Luego de la risa viene el llanto. 10. Salud & fortuna. 11. Ojos de miel. 12. La rueda de la fortuna.
Músicos: Carlo Fiore (guitarra y voz), Boris Cea (bajo y contrabajo), Eduardo Bugmann (órgano, acordeón y armonio), César Baeza (saxofón, clarinete, guitarra y voz), Jaime Carvajal (batería) y Francisco Bascur (percusión).
Invitados: Tessa (violín) y Edgardo Campos (clavecín).
Sello Alerce
(P) 2008
www.myspace.com/laromeriadesantafortuna