William Friedkin – La noche del cazador (1955)
El director de El Exorcista estuvo muy influido por La semilla del diablo cuando realizó su obra maestra pero la película que le marcó a los 12 años fue la única obra de Charles Laughton. «Me dio miedo entonces y sigue haciéndolo ahora. El reverendo de Mitchum es el psicópata más aterrador nunca creado. El tono inquietante y las poéticas imágenes expresionistas la convierten en cuento de hadas oscuro.»
Rob Zombie – Frankenstein (1931)
El director de Los renegados del Diablo o el remake de Halloween es muy fan de la américa profunda y sus matanzas de texas, pero como fan del terror y esteta Psychobilly adora al monstruo de Karloff. «Creó el estándar de todo, la dirección de arte es increíble. Lo que Elvis es al rock and roll, Frankenstein lo es para el cine de terror: La primera, la mejor y la más grande.»
Sam Raimi – La Casa encantada (1963)
El director de Evil Dead nos vuelve a traer en Halloween demonios y gore en formato serie, pero lo que realmente le da escalofríos son los fantasmas de la casa Hill. Un terror más sutil que sin embargo deja su impronta en el reconocible estilo del autor. «Las sombras sugerentes, ángulos y efectos de sonido permiten al público crear en su mente la imagen de lo que allí habita.»
Joe Dante – Suspense (1963)
El creador de Aullidos y Gremlins también es admirador de las historias de fantasmas cuyo elemento sobrenatural es dudoso. El clásico de Jack Clayton adaptaba otra vuelta de tuerca de Henry James. «Cuando el pequeño besa inapropiadamente a la niñera ésta piensa que ha sido poseído por el fantasma de valet ¿o está todo en su mente? Es el tipo de ambigüedad que multiplica el factor miedo.»
Eli Roth – Mil gritos tiene la noche (1982)
El director de Hostel lo tiene claro, es fan de nuestro Juan Piquer Simón y su plagio de los psycho killers americanos con forma de giallo. En realidad es tan mala que es increíblemente divertida, para ver en comunidad al estilo de Troll 2. «Es el slasher más loco, caprichoso y demente jamás realizado, piensas que le has pillado el tranquillo y siempre te coge por sorpresa.»
John Carpenter – La matanza de Texas (1974)
Director de La cosa, maestro total del horror y amante del western y la ciencia ficción clásicas. Resulta curioso que su filme preferido no se parezca a ninguna de sus películas.Tobe Hooper sentó ciertas bases del slasher que Carpenter usó en su Halloween. Éste invitó a Hooper a colaborar con él en Bolsa de cadáveres porque «Es capaz de hacer un horror psicológico y enervante. Es muy potente.»
John Landis – El Exorcista (1973)
El director de Un hombre lobo americano en Londres es un gran amante y divulgador del género. Su elección es, para muchos, la mejor película de terror de la historia. Sin embargo, se le critica su uso «evangelizador» del demonio y el mal. Landis piensa que «es el perfecto manual para crear suspensión de incredulidad. Yo soy ateo, pero ¡mientras dura la película les compro todo!”
Wes Craven – La noche de los Muertos vivientes (1968)
Aunque es muy fan de Nosferatu, el recientemente difunto creador de Freddy recuerda el tumulto de la sala en la que se proyectaba primera película de terror que fue a ver al cine. El clásico de Romero le hizo darse cuenta que «mientras aterrorice, puedes contar lo que quieras en una película de género; sobre política o psicología… también me hizo darme cuenta de que lo experimentamos todo a través del miedo.»
Tobe Hooper – Psicosis (1960)
El director de Poltergeist es un gran amante del cine de Hitchcock y es tan fan que le dedicó varios guiños en Salem’s lot. En la Matanza de texas, utilizaba como base del personaje caracuero a Ed Gein, el mismo asesino en serie que inspiró a Norman Bates. En realidad la obra magna de Hooper no es sino una revisión malsana y setentera de la pesadilla american gothic que implantó Psicosis.
Guillermo del Toro – La novia de Frankenstein (1935)
Su visión del terror confluye con el drama fantástico de El laberinto del fauno, pero el amor por lo terrible demostrado en La cumbre escarlata lo absorbió de los clásicos, de su contraste de grises y escenografía. «Es absolutamente perfecta. Tiene la inocencia y belleza de un cuento de hadas y la oscuridad de un relato de terror gótico. La combinación es irresistible.»
George A. Romero – El enigma de otro mundo (1951)
El creador del zombie moderno y el escenario apocalíptico que lo acompaña adora todo lo que huela a Howard Hawks, que produjo este clásico al que su colega Carpenter dio un lavado de cara en La cosa. «Fue la primera película que me dio miedo. Pasan todo el metraje abriendo puertas, puertas y más puertas. Sabes que en cualquier momento la cosa estará detrás de alguna de ellas.»
James Wan – Tiburón (1975)
El último gran nombre del cine de terror recoge mucho de Poltergeist en sus Insidious y Expediente Warren. Sin embargo, sus favoritos de siempre están alejados del cine de fantasmas y de caserones encantados. Sin dejar de lado la marca Spielberg, El director adora El diablo sobre ruedas y, sobre todo, Tiburón. «Puro cine en su máxima expresión. Me ha aterrado toda la vida y temo al océano por su culpa.»
Stephen King – Alien (1979)
Solo dirigió una película, pero merece un puesto en la lista como el creador de horror más adaptado al cine en la historia. Su predilecta es la de muchos, y aunque algunos se la quieran llevar al terreno de la ciencia ficción, para él “es cine de terror, incluso siendo más sólida en su proyección científica que Star Wars. Es un relato sobrenatural, Lovecraft en el espacio, con la humanidad viajando hacia los primigenios y no al revés.»
Darío Argento – El año pasado en Marienbad (1961)
El genio italiano detrás de los mejores giallos y terrores surrealistas como Suspiria admira a Bergman sobre todas las cosas pero esta maravilla onírica es la mejor película de terror que ha visto nunca. «Fue la primera vez que vi en el cine la representación perfecta de lo que sucede en el inconsciente y los sueños, siempre construyo mis películas como pesadillas, quizá ifluenciado por Resnais.»
David Cronemberg – Amenaza en la sombra (1973)
No es fácil asustar al genio canadiense autor de Videodrome o La mosca, pero su elección tiene clase. Y es que nunca ha sido habitual ver el clásico de Nicholas Roeg entre lo mejor del cine de terror hasta hace pocos años cuando el tiempo la va poniendo en el lugar que merece. «Me cautivó de verdad. Cine muy eficaz. Su anticipación de la muerte era tan palpable…»
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