Los trabajadores de la empresa de cobranza judicial telefónica Recaudadora S.A. (Recsa), depusieron ayer martes 1 de junio la huelga que mantenían hace dos semanas, exigiendo un aumento de sueldo y de bonos, así como un mejoramiento en las condiciones laborales -que denuncian como “represivas” de parte de los supervisores. Ninguna de estas demandas fueron resueltas por la empresa.
La huelga, iniciada el 17 de mayo y aprobada por un 80% de los socios del sindicato, no consiguió que la empresa diera solución a ninguno de los puntos que los trabajadores demandaban, los que incluían un aumento de sueldo y de los bonos de locomoción y alimentación.
“La empresa nos dijo la semana pasada que nos reuniéramos en la Inspección del Trabajo -la que ofrecería su mediación- pero luego dijeron que no asistirían porque estaban muy ocupados con el cierre de fin de mes. Después nos dijeron que esta semana, quizás, podríamos hablar, lo que tampoco ocurrió. Lo que ellos siempre quisieron fue dilatar el asunto para que la gente se aburriera y descolgara de las movilizaciones”, explica Katerine Galaz, secretaria del Sindicato de cobranzas judiciales y prejudiciales.
Recsa cuenta con 1100 trabajadores de Arica a Punta Arenas, de los cuales 320 están sindicalizados. Sin embargo, la mitad restante son administrativos que por contrato no pueden ingresar a un sindicato, explica Galaz. El foro que sigue a esta noticia publicada en El Ciudadano días atrás ha sido un lugar de discusión y ataques a las movilizaciones y a miembros del sindicato de parte de otros trabajadores de la empresa.
Galaz confiesa no comprender estos ataques, ya que “nosotros peleamos por todos los trabajadores, y no sólo por los sindicalizados”. Asimismo, enfatiza en que “hay miedo a perder el trabajo, porque hay gente que lleva muy poco tiempo. Como la empresa contrata por un mes, luego tres y después decide, a los nuevos les atemoriza meterse al sindicato por temor a no ser recontratados”, concluye Galaz, quien trabaja hace tres años en Recsa.
Frente a la negativa de la empresa, que “alega problemas económicos tras el terremoto”, Galaz explica que como trabajadores se acogerán al artículo 369 del Código del Trabajo, que congela las negociaciones hasta 18 meses más. Igualmente indica que la empresa descontó del sueldo de los trabajadores los días de movilización, pero que “más allá de no haber logrado resultados, el Sindicato se fortaleció en su organización y la empresa tendrá que respetar a los trabajadores”.
Respecto a posibles represalias de los empleadores contra los funcionarios movilizados, Galaz cree que «van a haber”, pero ellos como dirigentes se acogerán al fuero de protección que rige desde el 1 al 30 de junio y estarán “fiscalizando que la empresa no alegue necesidades de la empresa para despedir a ningún trabajador de los que participó en la huelga”.
En Recsa indicaron que no darán declaraciones a la prensa. Asimismo, un funcionario del departamento de Recursos Humanos indicó, luego de consultar a su jefe, que “se encuentran abiertos a recibir a los sindicalistas, pero ellos no se han acercado”.
RECSA CHILE
La empresa de Recaudación S.A. (Recsa Chile), perteneciente al holding Santiago Cumming, inició sus actividades en el año 1985, prestando servicios al mercado financiero, pero en 1996 expandió sus servicios de cobranza a nuevos mercados internos, como instituciones financieras, grandes tiendas comerciales, empresas de servicios, televisión por cable y satelital, telecomunicaciones, retail, entre otras, según indican en su sitio web, por lo que sus utilidades anuales “están por sobre los mil millones”, indicaron miembros del Sindicato de cobranzas judiciales y prejudiciales.
Por Cristóbal Cornejo
El Ciudadano