El peligro acecha este fin de año a Latinoamérica

Las próximas elecciones en Argentina y Venezuela serán decisivas no sólo para la continuidad de los gobiernos progresistas en estos dos países, sino para el futuro de toda la región. Una caída de estos gobiernos implicaría el retorno del neoliberalismo y la apertura de un proceso de alcances aún impredecibles.

El peligro acecha este fin de año a Latinoamérica

Autor: paulwalder
En la frontera que separa occidente de la civilización latinoamericana, o sea la línea de falla civilizacional, todos los días se produce el rechazo frontal que los ciudadanos del norte tienen hacia los ciudadanos del sur

En la frontera que separa occidente de la civilización latinoamericana, o sea la línea de falla civilizacional, todos los días se produce el rechazo frontal que los ciudadanos del norte tienen hacia los ciudadanos del sur

Los ciudadanos de Argentina y Venezuela muy pronto enfrentarán un crucial e importante proceso eleccionario. La prensa y medios controlados por el capitalismo dependiente y neo liberal, con alta sofisticación y suma astucia han ocultado la horrorosa situación que viven los pueblos latinoamericanos que han caído víctimas de la plaga neoliberal impuesta por la civilización occidental. De esta forma se ha creado una sólida “falsa conciencia” sumamente peligrosa para el futuro de la región.  Muchos ciudadanos de bajos ingresos, han caído en la creencia, que la solución de sus actuales problemas existenciales está en elegir nuevos líderes neoliberales y pro occidentales.  Se argumenta que ellos sí saben de economía, y por lo tanto manejarán con éxito las finanzas públicas. Al mismo tiempo se insiste que estos nuevos líderes tendrán éxito en atraer  grandes inversiones extranjeras, las que crearán suficientes empresas para dar trabajo abundante, estable y bien pagado a la población. De igual forma se promete desmantelar y destruir el Estado interventor al que se le acusa de profunda corrupción populista y que ha hundido las previamente florecientes economías emergentes. De esta forma, el odiado Estado interventor-benefactor será así finalmente destruido. Con todo esto, es probable predecir que si la derecha gana las próximas elecciones, esto hundirá el sueño peronista en Argentina y el sueño chavista en Venezuela.[i] Y lo que es peor, pondrá en peligro a toda Latinoamérica.

 

La propaganda reaccionaria y anti popular ha sido sumamente inteligente y avasalladora. Si esta campaña comunicacional no se ataca con inteligencia y con celeridad extrema, es probable que ambas elecciones sean ganadas por las fuerzas de la reacción derechista y sus aliados occidentales. De esta forma la civilización latinoamericana volvería a iniciar el descenso hacia el abismo que ya experimentó en los años 70 del siglo XX. Después de las derrotas de Argentina y Venezuela es probable que occidente y sus aliados locales ataquen y destruyan a países progresistas tales como Brasil, Ecuador, Bolivia y Uruguay. Con esta catástrofe, Nicaragua y Cuba entrarían en un camino sumamente hostil y peligroso.

 

Para evitar esta gigantesca tragedia, los líderes populistas deberían inmediatamente reaccionar con inteligencia y atacar a fondo la propaganda electoral de las fuerzas de derecha apoyadas y financiadas  por sus patrones occidentales.  Esta vital confrontación no es nada más ni nada menos, que el evidente choque entre la civilización occidental y la civilización latinoamericana. La “falsa conciencia” se destruye describiendo y documentando con veracidad los horrores que día tras día viven las masas populares en países tales  como México, Guatemala, El Salvador, Honduras, Colombia y Perú. En todos estos países el neoliberalismo reina supremo desde ya hace varias décadas.  Las elites apátridas y pro occidentales han creado un horrible infierno para las clases populares que son inmensamente mayoritarias. Todos estos países mencionados tienen sociedades que sufren el síndrome de “país desgarrado”. Es decir, un país cuya elite ha decidido, salirse de su civilización originaria e introducirse en una supuesta cultura y civilización más avanzada. No obstante, después de varias décadas de funcionamiento del modelo, el sueño neoliberal de un estándar de vida bueno para todos, no se ha concretizado.  Muy por el contrario, este sueño para la inmensa mayoría se ha convertido en una horrible pesadilla. La sociedad ideal del liberalismo en América Latina, no se ha producido por la simple razón que la clase empresarial de la región carece de las características éticas y morales exigidas por los padres fundadores del liberalismo. Debido a esto es que los empresarios latinoamericanos utilizan una conducta propia del capitalismo primitivo, salvaje, corrupto y pre moderno.

 

Una ínfima e insignificante minoría ha alcanzado niveles de riqueza nunca antes  imaginado por los reyes absolutos del pasado colonial. Una clase media pequeña y desnacionalizada tiene niveles de vida similares a los de la clase media de los países desarrollados. Pero la inmensa mayoría, en algunos casos, el 90% de la población afectada, viven y mueren en condiciones miserables y desesperadas.  Reciben salarios de hambre, sufren una aplastante discriminación social y cargan con deudas impagables. Esta es la tragedia socioeconómica generalizada para este sector inmensamente mayoritario de la población. Una ínfima minoría (la elite política y socioeconómica) ha adoptado el modo de vida occidental y viven en elegancia y lujo parecidos al que tienen las elites  en las capitales del oeste. No obstante, el pueblo, la aplastante mayoría, sufre la opresión y el castigo del infierno en la tierra. La desatisfacción y angustia es generalizada en las masas populares. La enorme pobreza de las mayorías, comparada con la opulencia de la ínfima minoría, ha creado una anomia generalizada. Los países desgarrados de América Latina como consecuencia de esta anomia, tienen los más altos índices de asesinatos y matanzas de civiles así como los más altos indicadores de criminalidad del planeta, particularmente la matanza de mujeres y niños, se producen con pasmosa regularidad. El Estado neoliberal ha sido incapaz de controlar y disminuir el apabullante caos social. A toda esta increíble miseria hay que agregar, la drogadicción generalizada, los robos cotidianos, la violencia familiar y la destrucción de los hogares. Esta crisis social se complementa y agrava con huelgas ilegales y desfalcos y robos cometidos por la clase empresarial. Esta tragedia se completa con la absoluta ineficiencia de un Estado pequeño y subsidiario con total incapacidad de resolver los urgentes problemas y necesidades económicas y sociales de la población.

 

Si esta espantosa realidad que efectivamente sufren los países que han seguido el modelo neoliberal extremo, impuesto por occidente y sus empresas multinacionales, logra ser comprendido a cabalidad y esta comprensión penetra con fuerza en la conciencia popular, entonces los candidatos derechistas en el resto del continente no tendrían posibilidad alguna de ser elegidos. Los pobres son la inmensa mayoría y los ricos la ínfima minoría.  Estos últimos sólo pueden ganar elecciones si los gobiernos progresistas y populistas descuidan gravemente el trabajo de concientización social que todo gobierno progresista está obligado a realizar con éxito.  La prensa y los medios de comunicación popular, deberían con toda claridad describir y explicar las increíbles injusticias y crímenes que los pobres sufren en el infierno neoliberal.  En los últimos meses, la prensa honesta e independiente de los Estados Unidos, ha analizado en profundidad y documentado el calvario que sufren mujeres y niños mejicanos y centroamericanos que huyen de su tierra natal. Esto se hace pues los hombres de la familia ya han sido asesinados y ahora mujeres y niños son presa fácil para los criminales a sueldo pagados por la oligarquía local y las multinacionales extranjeras. Este es un verdadero genocidio que ocurre a vista y paciencia de todo el mundo. No obstante, el Estado neo liberal hace muy poco o nada para aliviar esta situación de los emigrantes indocumentados.

 

Así como africanos y árabes huyen de sus países debido a las guerras civiles de su región y tratan de entrar en Europa; de igual forma y por las mismas razones los latinos tratan de entrar a Estados Unidos y Canadá.[ii]  El viaje de sur a norte está plagado de peligros y los sobrevivientes que logran alcanzar la frontera con los Estados Unidos son víctimas de vejámenes, crímenes e injusticias. Se han creado lugares de detención donde mujeres y niños latinos son acarreados y acorralados en centros de detención parecidos a los campos de concentración utilizados en la segunda guerra mundial. Es necesario enfatizar y repetir que los vejámenes, abusos, castigos y humillaciones, son latigazos sobre las  espaldas de los “mojados”. La discriminación racial y cultural contra los latinos adquiere así toda su virulenta realidad. A las penas de cárcel siguen las deportaciones que separan y destruyen familias.

 

En la frontera que separa occidente de la civilización latinoamericana, o sea la línea de falla civilizacional, todos los días se produce el rechazo frontal que los ciudadanos del norte tienen hacia los ciudadanos del sur.  Esto   justifica los fervientes deseos de los latinoamericanos para poner fin a tanto abuso e injusticia extrema que ya lleva varios siglos de duración. Los ciudadanos del sur no necesitan emigrar a ningún lado. América Latina tiene enormes riquezas y esto a pesar del robo y saqueo hecho por occidente y sus esbirros locales durante cinco siglos (esta riqueza le dio a occidente la capacidad económica para conquistar por las armas a todo el mundo a principios del siglo XX). A pesar de todo esto, América Latina es aún la región más rica del planeta. Una Latinoamérica unida y con instituciones eficaces, eficientes y productivas, como las que tienen los chinos, pueden dar un estándar de vida adecuado a todos sus actuales habitantes y a los cientos de millones por nacer en el futuro.

 

Las masas populares de Argentina y Venezuela deben ser informadas y educadas con toda celeridad sobre lo que realmente ocurre en América Latina. Ellas deben saber con toda claridad lo que les espera si las derechas apátridas y desnacionalizadas ganan las próximas elecciones. Si estas nefastas derrotas llegan a producirse y con ello se revierte todo el progreso social alcanzado en la región en los últimos años; entonces el futuro para los pobres en Latinoamérica será enormemente negro y tenebroso. Algunos deberán prepararse para la mortal caminata hacia el norte y otros deberán prepararse para alcanzar la justicia y la dignidad por la fuerza, ya que la razón murió por falta de información veraz y oportuna.

[i] ¿Cómo se puede explicar el hecho que la corrupta y apátrida derecha latinoamericana esté a punto de obtener dos inesperadas victorias electorales? A continuación se presenta una probable explicación. La ola de reformas democráticas y el avance de las fuerzas progresistas en América Latina, han creado un enorme y mortal desafío para la extrema derecha en la región. La derecha ya no puede confiar en que golpes militares o la intervención de los Estados Unidos, con éxito puedan proteger sus intereses, tal como sucedió durante los siglos XIX y XX. No obstante todo este cambio en la correlación de fuerzas, las fuerzas derechistas y reaccionarias son aún muy potentes en la región. J.P. Luna y C. R. Kalwasser son un par de editores estadounidenses que recientemente han publicado un libro titulado The Resilience of the Latin-American Right (John Hopkings University Press 2014). Estos académicos han reunido un grupo de brillantes cientistas políticos estadounidenses que han estudiado, analizado y explicado las causas y razones del actual e inusual poder de la derecha latinoamericana. ¿Cómo se explica que la derecha gobierne países tales como México, Centro América, Colombia, Perú y Chile y  también tenga desproporcionada capacidad de resistencia para obstaculizar y frenar el desarrollo de los países populistas? Todas las encuestas de opinión, realizadas en la última década, señala con prístina claridad y precisión que el típico votante latinoamericano posee potentes inclinaciones izquierdistas y populistas. Esta ciudadanía progresista y mayoritaria tiene dos demandas vitales. Solicita una adecuada e igualitaria distribución del ingreso y una fuerte intervención del Estado en la economía y la sociedad. Estas dos potentes tendencias izquierdistas, son la base del pensamiento progresista de la región. Como diría Samuel P. Huntington, este es el “credo” que condiciona y determina la cultura y civilización latinoamericana. En otras palabras, la igualdad es mucho más importante que la libertad económica y el colectivismo es preferible y practicado y se rechaza el individualismo. (Es preciso hacer notar aquí, que en estas líneas anteriores radica la fundamental diferencia entre la civilización occidental y la civilización latinoamericana. Occidente propone como valores superiores la libertad individual y la empresa privada. Los latinoamericanos defienden con valor superior la igualdad, la solidaridad y la empresa colectiva). Si la inmensa mayoría de los votantes latinoamericanos son de izquierda, ¿Cómo se explica la fortaleza y resiliencia  de las fuerzas derechistas en la región? Los autores del libro presentan cuatro razones o causas para explicar esta peculiar y extraña realidad. Primero, la derecha ejerce un enorme poder político comprando y sobornando a académicos y tecnócratas destacados y con fama internacional. Estos intelectuales a sueldo, condicionan y determinan el proceso de toma de decisiones del Estado. Gracias a su prestigio, ellos han conseguido crear una poderosa corriente de opinión que domina el pensamiento intelectual de la región. La previamente poderosa intelectualidad de izquierda, después de la caída de los socialismos reales ha decidido guardar un sepulcral silencio. De esta forma, el terreno está preparado para que los “técnicos” repitan el mantra del “consenso de Washington” y nadie con algún prestigio interviene para contradecirlos. En segundo lugar, la derecha ha conseguido el monopolio total de los medios de comunicación y socialización política. Particularmente la prensa escrita, la radio y la televisión. La derecha usa hábilmente estos medios para condicionar y manipular la agenda pública. El mensaje que recibe la ciudadanía es siempre favorable a los ricos y siempre negativo para los pobres. En tercer lugar, la derecha ha comprado y sobornado a la clase política que ocupa cargos de poder en el Estado (Ejecutivo, Legislativo y Judicial). La derecha financia no sólo las campañas políticas de sus partidarios y empleados, sino que también las campañas políticas de la izquierda. De esta forma la derecha obtiene el tipo de legislación que es favorable a sus intereses, pero nefasto para la mayoría. Esta práctica eminentemente corrupta se le ha tratado de legitimar llamándola “lobbying político”. En cuarto y último lugar, la derecha evita los temas que la cuestionan. Temas tales como la desnacionalización del empresariado, distribución de la riqueza, la criminalidad empresarial, los monopolios, los escandalosos sueldos de los ejecutivos, la intervención extranjera, el robo de los recursos naturales por las transnacionales, etc., etc. La derecha desvía la atención pública con increíble sinvergüenzura hacia temas éticos y morales, la religión, la ley y el orden, y la corrupción de los gobiernos populistas entre otros. Un excelente resumen  y crítica de este libro puede encontrarse en Foreign Affairs January-February 2015 pgs. 190-191

[ii] En el caso de Colombia, la marcha hacia el norte es principalmente hacia Venezuela. Este país en las últimas décadas ha recibido millones de pobres colombianos que con éxito han escapado de las bandas criminales de los paramilitares derechistas. Ellos son víctimas de un criminal genocidio y de una de las guerras civiles más largas del planeta. Para detalles sobre el tratamiento vergonzoso e ilegal de los inmigrantes centroamericanos en México, sírvase ver el trabajo de Lauren Carasik “Brutal Borders: Mexicos’s Inmigration Crakdown and How the United States Funds It” Foreign Affairs November 4, 2015.  Para detalles sobre el caos que las maras de El Salvador están produciendo en su país y en el resto de Centroamérica, ver: Robert Muggah and Steven Dudley “Digital Taugh Guys: How El Salvador’s Gangs Stay Ahead of the Police Online” Foreign Affairs November 2, 2015

 

*Cientista Político

Puerto Montt, noviembre 2015

 


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