5 hábitos a la hora de comer que te darán más ENERGÍA durante el día

Seguir una dieta que aumente tu energía es relativamente sencillo: con equilibrar los nutrientes que ingieres, moderar el tamaño de las porciones y la ingesta de calorías, y añadir variedad de alimentos habrás avanzado bastante. Especialmente, si añades estos hábitos a la hora de comer que te darán más energía durante el día.

1. Empezar el día con un desayuno

Incluso si no estás muriendo de hambre por la mañana, desayunar hace que tu metabolismo se ponga en marcha y envía una señal a tu cuerpo y al cerebro de que es hora de despertarse. No tiene que ser una comida grande, y tampoco tienes que comer apenas sales de la cama.

Como mínimo debes ingerir una combinación de carbohidratos y proteínas, como una tostada de pan integral con mantequilla de almendra, o un pequeño tazón de cereal integral con leche baja en grasa.

2. Comer a menudo

Una excelente forma de disfrutar de más energía durante el día es planificar tus comidas y snacks a fin de que comer algo cada 3 a 5 horas. Puedes optar por tres comidas y dos pequeños aperitivos, o cinco comidas pequeñas espaciadas a lo largo del día. Cualquiera de estas fórmulas ayudará a mantener la presión constante de la sangre y tu nivel de energía elevado.

3. Comer alimentos nutritivos

La mejor forma de mantener tu cuerpo energizado es comiendo alimentos que ofrezcan una gran cantidad de nutrientes. Buenas opciones incluyen verduras, frutas, granos enteros, frijoles y legumbres, frutos secos y semillas. Las peores opciones son los panes refinados, alimentos fritos o grasosos, dulces, postres y bocadillos procesados, todos los cuales proporcionan muchas calorías pero poco valor nutricional.

4. Añadir color a tus platos

Y con esto no nos referimos a colorantes, sino a una gran variedad de alimentos de diversos colores, frutas y verduras como tomates, fresas, zanahorias, boniatos, naranjas, calabaza, brócoli, kiwi, col rizada, espinacas, pimientos, arándanos, berenjenas, verduras de hoja verde y más.

5. Beber más agua

¿Sabías que el cuerpo humano no tiene manera de almacenar el agua? Por eso, necesitamos reponer constantemente los líquidos que perdemos a través de la respiración, la orina, el sudor y otras funciones corporales. Justamente algunos de los síntomas de la deshidratación leve incluyen sentirte cansada, débil o letárgica, bajo estado de ánimo, dolores de cabeza y pérdida de concentración.