No todos los niños venden limonada afuera de sus casas. Algunos, los más emprendedores y ambiciosos, comenzaron vendiendo sacos de estiércol por un par de dólares. Eso hizo Henry Patterson para fundar su mini imperio antes de cumplir 10 años. Después de comercializar deshechos de animales pasó a vender caramelos a los niños. Su instinto lo está llevando lejos, porque ahora gana más de 1.500 dólares a la semana y ha invertido 25.000 de un fondo para producir un libro de niños y hacer merchandising de los personajes.
Su cara de niño no le impide hacer negocios como un hombre adulto. Sus productos están en más de 70 tiendas del Reino Unido, incluyendo algunas importantes como Fenwick y Not on the High Street. A pesar de el éxito que Henry ha tenido, no tiene grandes ambiciones en el ámbito material. Trabaja porque le gusta, no para comprarse grandes juguetes ni rodearse de lujos. Lo que sí lo hace feliz y que adquirió con su dinero, es un cachorro que se ha convertido en su amigo.
Henry además lanzó su canal de YouTube en el que sube contenido para niños. No parece tener límites lo que este niño puede hacer, porque todos estos negocios y emprendimientos los hace en el tiempo que le sobra después de la escuela y los deberes.
Como si todo esto fuera poco, el pequeño genio tiene planeado escribir un libro de negocios y lanzarlo el próximo año. A su temprana edad parece dominar el área como los que llevan décadas en el tema. Ya ha pasado bastante tiempo desde que partió vendiendo estiércol, pero sus ganas no han disminuido. Incluso Henry da consejos a sus pares que quieren seguir su camino:
“Mi consejo principal es partir teniendo un puesto en una venta de garage. Aprendes a desenvolverte, fijar precios, manejar dinero y hablar con clientes. Todas las habilidades que necesitarás tener en el futuro”.
-Henry Patterson
Fuente: Upsocl
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