La nueva ley de partidos está generando más de un dolor de cabeza al interior de La Moneda, dado las posturas antagónicas que se presentan en el conglomerado por la postura de los partidos “grandes” ante la proliferación de nuevas entidades a lo largo del país.
Ante este escenario tanto el PS, el PC y la DC estarían haciendo fuerza común para disponer de nuevas barreras de entrada a las nuevas organizaciones, exigencias que han sido escuchadas por el gobierno, quién ha ingresado una serie de indicaciones que apuntan en ese sentido.
Ejemplo de lo anterior es la exigencia de lograr el 5% de la votación y al menos sacar electos al menos cuatro parlamentarios, lo que fue aprobado esta semana por la comisión de Constitución de la Cámara de Diputados.
En el oficialismo las distancias en este tema son enormes. Mientras el secretario general de la DC, Gonzalo Duarte, señalaba como argumento a la postura de su partido que “debemos lograr es una alternativa que evite la proliferación de partidos pequeños, y respete también las reglas del juego democrático”.
La respuesta fue directa por parte del senador Alejandro Navarro, y presidente del MAS que una de las colectividades que se vería afectada por esta normativa, quién expresó que “con esto se estaría impidiendo la libre competencia electoral, se está poniendo obstáculos a la constitución de partidos emergentes que juntan sus firmas para obtener legalidad pero que, a la primera elección parlamentaria, la pierden por este tipo de leyes predatorias”.
A la vez relató la experiencia de su partido en las pasadas elecciones donde “le dieron al MAS solo dos cupos, y con esos dos cupos teníamos que sacar el 5% y tener cuatro parlamentarios, por lo que nos condenaron desde un principio a desaparecer. Por esta situación optamos por fusionarnos con Fuerza del Norte, dando origen al MAS Región, de lo contrario había que volver a juntar las firmas con todos los obstáculos que ello conlleva”.
En tanto, desde el partido en formación Poder Ciudadano, su presidenta Karina Oliva señaló que esta acción legislativa “sólo busca proteger un espacio que los partidos tradicionales, esos que defienden el abuso, han obtenido gracias a un modelo que tiene a sus funcionarios en los partidos políticos tradicionales”.
“Esta ley de partidos está hecha a la medida de quienes sostienen los abusos de los grandes grupos económicos y que dejan a los ciudadanos ajenos a las decisiones. Está ley está hecha para quienes tienen miedo a la verdadera democracia” sentenció Oliva.
Se espera que para las próximas semanas la iniciativa del Ejecutivo pase a la sala de la Cámara de Diputados, para luego ser revisada por el Senado. Las expectativas del gobierno es poder promulgarla como máximo en enero próximo.
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