Por Alejandra Peña
El proyecto carretero Toluca- Naucalpan, es una construcción que pretende atravesar el Gran Bosque Otomí- Mexica. Las construcciones ya han comenzado, dejando una gran brecha y pasando por tierras comunales, por lo que se ven afectadas directamente grandes hectáreas de bosque y viviendas de los municipios de Toluca, Lerma, Huixquilucan y Naucalpan del Estado de México. Con ello dañando a comunidades otomíes como: San Francisco Xochicuautla, San Lorenzo Huitzizilapan, Santa María Atarasquillo, Ayotuxco, entre otras.
En el 2007 los habitantes de San Francisco Xochicuautla hallaron dentro de sus tierras materiales de construcción, e ingenieros que evaluaban la zona. Al investigar lo que sucedía, la única información que se les proporcionó fue que se estaban realizando estudios topográficos para la construcción del proyecto carretero denominado “Toluca – Naucalpan”. Sin embargo, ninguno de sus habitantes fue notificado previamente por parte del gobierno del Estado de México, de la realización este proyecto.
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Es así que la construcción de esta autopista comienza en Diciembre del 2007, desde un inicio la comunidad de Xochicuautla y otras comunidades afectadas se mantuvieron unidas en contra del proyecto carretero. Sin embargo, en el 2008 el gobierno del Estado de México, realizó un registro de comuneros; en Xochicuautla, se registraron solo un mínimo porcentaje, de ellos. De esta manera, solo a los comuneros registrados se les otorgó un registro agrario y la facultad de asistir a asambleas para tomar decisiones sobre dicho proyecto. Sin embargo, estas asambleas se presentaron llenas de irregularidades, e intimidaciones hacia todo comunero que no estuviera de acuerdo con la construcción de la autopista.Esto comenzó a causar descontento entre la población, puesto que los habitantes que no contaban con el registro agrario que realizó el Gobierno del Estado, argumentaban que por Decreto Presidencial desde 1951 se les otorgó la propiedad comunal de la tierra de San Francisco Xochicuautla. Fue así que la comunidad comenzó a organizar sus propias asambleas regidas por su aparato de usos y costumbres; dentro de las cuales la decisión ha sido “no a la construcción de la autopista Toluca- Naucalpan”.
Posteriormente como parte de esta lucha de resistencia, Xochicuautla y otros pueblos originarios también afectados por la destrucción del Gran Bosque Otomí, organizaron en mayo del 2011, la primer “Cumbre de los Pueblos Originarios de la Zona Protegida Otomí-Mexica”, para exigir un alto a la destrucción y las amenazas en contra de su naturaleza y cultura, responsabilizando de estos actos a Enrique Peña Nieto. Entre los mensajes que se emitieron fue “vamos a luchar como los guerreros de quienes descendemos, porque la tierra bosques y agua son nuestros…”“no a la carretera Toluca- Naucalpan”. Dentro de esta cumbre, que se conformó el “Frente de pueblo indígenas en Defensa del Medio Ambiente” también nombrado “Frente de pueblos indígenas en defensa de la Madre Tierra”, el cual tiene como fin proteger el territorio natural del bosque Otomí y reivindicar los derechos de la naturaleza y de los pueblos originarios en México; integrado por comunidades indígenas, científicos, académicos, campesinos y organizaciones.
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Fue así, que la comunidad de Xochicuautla continuó 8 años más en resistencia, por lo que se enfrentó a diversos mecanismos de agresión e intimidación por parte de la Policía Estatal y la empresa privada Higa. Tan solo el 14 de mayo de 2013, fueron detenidas 14 personas y el 3 de noviembre 2014 también fueron detenidas 8 personas; todas ellas detenidas por tratar de impedir la entrada de maquinaria a sus terrenos, las cuales actualmente ya se encuentran en libertad.
Tiempo más tarde, el 9 de Julio del 2015 se publicó en el Diario Oficial de la Federación decretos expropiatorios, uno de ellos incluyó parte del territorio de San Francisco Xochicuatla municipio de Lerma, con 37.9386 hectáreas de agostadero de uso común.
Como respuesta a este decreto expropiatorio, la comunidad de Xochicuautla emitió un comunicado en el cual, lo rechazaba, puesto que lo encontraron lleno de irregularidades. Fue así, que la comunidad otomí decidió realizar acciones, por ello se instaló el 15 de Julio del 2015 un campamento para impedir que continúe la construcción de la carretera. Poco después el 28 de Julio la comunidad de Xochicuautla realizó la “primera marcha en defensa de la Madre Tierra y el Bosque Sagrado” en la Ciudad de México, a la que se sumaron comunidades como; Osutla, San Salvador Atenco, Ayotzinapa, entre otras.
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Posteriormente, el 30 de Agosto Xochicuautla declaró un “contra decreto”, en el cual el pueblo otomí conforme a su autonomía, reivindica su derecho a su territorio y se reapropia de él, rechazando de manera firme el decreto expropiatorio. Entre los puntos más resaltantes de este “contra decreto” se encuentra la exigencia por la violación de los derechos humanos de la comunidad, la falta de consideración del gran impacto ambiental y sobre todo, la denuncia ante la inexistencia de una consulta previa, libre e informada, violando con ello artículos constitucionales como el artículo 1 y 2. De igual forma, la violación al convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) de 1989.
En cuanto a las denuncias legales, se han emitido amparos, los cuales continúan en proceso, sin embargo la comunidad de Xochicuautla denuncia que se han encontrado con falta de objetividad y dilatación en el caso, por parte de los Tribunales Federales en Materia de Amparo. De la misma manera, se han realizado denuncias ante la Procuraduría General de la República y hasta la fecha no se ha obtenido ninguna respuesta por parte de las autoridades estatales.
La comunidad otomí ha pedido la intervención de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), para que emita medidas cautelares para la cancelación de la carretera Toluca – Naucalpan, puesto que implica un gran daño ambiental. En respuesta, la CDNH comunicó que “analizará las evidencias y la información que se allegue, y en su momento emitirá el pronunciamiento que conforme a derecho corresponda”.
Es así que la resistencia de la comunidad de Xochicuautla ha llamado la mirada de diversas organizaciones alrededor del país, las cuales se han solidarizado a esta lucha, entre estas se encuentran comunidades indígenas como; el Ejercito Zapatista de Liberación Nacional, el Congreso Nacional Indígena, el Frente de Pueblos en Defensa de la tierra de San Salvador Atenco, entre otras. Así como también diversos colectivos y organizaciones independientes, entre ellos el Colectivo Más de 131 y el Colectivo Jóvenes en Resistencia Alternativa.
ECOCIDIO
El Gran Bosque Otomí también es conocido como el Gran Bosque de Agua; el cual es una de las principales fuentes de oxígeno y agua en la zona metropolitana del valle de México y Toluca; este proyecto carretero pretende devastar oficialmente 600,000 metros cuadrados de bosque, aunque el Frente de Pueblos Indígenas en Defensa de la Madre Tierra, menciona que en realidad son 960,000 metros cuadrados de hectáreas de bosque. Con esta devastación se ven afectados uno de los recursos naturales vitales para la comunidad ñätho; el agua. De realizarse la construcción carretera sobre el Gran Bosque Otomí, se vería reducida la producción de agua en 2 millones de litros de agua por año y años más tarde ocasionaría que los mantos acuíferos se queden sin capacidad de proveer la suficiente agua para la población. Cabe resaltar que Xochicuautla cuenta con manantiales que abastecen a esa entidad y otro pozo que llega al sistema Cutzamala, mismo que suministra gran cantidad del agua en la Ciudad de México.
Por otro lado, esta construcción no solo implica la devastación de la zona del Gran Bosque Otomí, también implica un daño ecológico al Santuario del Agua y Forestal Subcuenca Tributaria Río San Lorenzo, Las Ciénegas de Lerma y su Área de protección de la Flora y la Fauna; todas estas, áreas naturales protegidas por tratados nacionales e internacionales. La Comisión Nacional para el Conocimiento y uso de la Biodiversidad (CONABIO) diagnóstico, que “con el desarrollo de este proyecto carretero se estarán afectando 296 especies de flora y fauna, muchas de ellas sujetas a protección especial o declaradas en peligro grave de extinción”.
RUPTURA CULTURAL
Otro punto destacable, que traería como consecuencia la creación de la autopista Toluca- Naucalpan es la ruptura del tejido social y cultural. De acuerdo con la cosmovisión del pueblo otomí, lo más importante para ellos es su relación con su creador, mismo que se manifiesta a través de la naturaleza, por ello la importancia de sus elementos como agua, fuego, aire y tierra.
Dentro de sus costumbres, la cultura otomí, continúan venerando lugares sagrados que se encuentran de Gran Bosque otomí. Entre estos sitios sagrados sobresale; Ndañu, Kaxoy, Ninhua, Domindahi, Donikjä, así como el Cerro de la Campana y el centro ceremonial de Nacelagua. De realizarse la construcción de la carretera, acabará con la ruta sagrada Ndañu-Donikjä, en donde se realizan ceremonias y fiestas religiosas ñhañjus, entre estas destaca la ceremonia del Fuego Nuevo. Así como también se amputaría la ruta de senderos que conducen centro ceremonial Nacelagua. De manera que la construcción de esta autopista también acabaría con la producción simbólica, de una de las culturas indígenas más antiguas de México.
GRUPO HIGA
La construcción de la autopista Toluca- Naucalpan, es un proyecto que está a cargo de la empresa Autovan, filial de la Constructora Teya y ambas forman parte de Grupo Higa. La empresa Grupo Higa es propiedad de Juan Armando Hinojosa Cantú, un empresario tamaulipeco, dueño de un gran consorcio en México, que figura como simpatizante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), destacado por ser uno de los empresarios más cercanos a Enrique Peña Nieto y conocido por el caso de la nombrada “Casa Blanca”. Durante la gubernatura de Peña Nieto y actualmente de Eruviel Ávila en el Estado de México, se le han concedido licitaciones y contratos llevados a cabo en esta zona. Según la investigación de la revista “Proceso”, a dos años del sexenio de Peña Nieto, a Armando Hinojosa se le continuaron concediendo licitaciones, con lo que ha obtenido la cantidad de 54 mil millones 802 millones de pesos.
Cabe destacar, que de acuerdo la investigación del portal “Sin embargo”, este proyecto carretero, implica solo una parte de un mega proyecto, puesto que bajo los testimonios de Arturo Chavarría Sánchez, presidente del Colegio de Arquitectos y Urbanistas del Estado de México, todo proceso de desarrollo urbano inicia con la construcción de carreteras, siguiendo corredores industriales, conjuntos urbanos y finalmente desarrollos turísticos; “Lo costoso son las carreteras. ¿Cómo vas a llevar a la gente? Primero tienes que ofrecerles vialidades de comunicación y luego garantizarles el agua y la energía eléctrica, y eso lo haces con recursos públicos, y luego ya ellos como particulares consiguen la lana para que nada más se conecten a toda esta infraestructura y pongan sus grandes desarrollos habitacionales, comerciales, industriales, turísticos y se ahorraron casi el 80 por ciento de inversión. Y ya, son negocios perfectos”.
De igual forma, según testimonios de integrantes de la comunidad de Xochicuautla, este proyecto carretero implica solo el inicio de diversos mega proyectos, dentro de los cuales nombran “Reserva Santa Fe” en la comunidad de Santa María Atarasquillo, cercana a la comunidad de Xochicuautla, una construcción que por el momento ha sido suspendida por no contar con los permisos necesarios.
Con información del Frente de Pueblos Indígenas en Defensa de la Madre Tierra.